La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha hecho un llamado importante en un contexto político complejo, destacando que la intención de reducir la jornada laboral a 37,5 horas semanales enfrenta resistencia. A pesar del rechazo anticipado debido a «la alianza de las tres derechas» (PP, Vox y Junts), Díaz confía en que esta medida finalmente prevalecerá.
La resistencia y el panorama político actual
En una entrevista para TVE recogida por Europa Press, Díaz afirmó que «se van a aliar las tres derechas en el país, el Partido Popular, Vox y Junts», afirmando que su defensa se centra en los «intereses de clase» y los «beneficios de las patronales». La ministra confía en el poder de la movilización social, señalando que «los trabajadores que se están manifestando hoy en toda España» serán clave para lograr la aprobación de la medida.
Yo anticipo que este debate (el de la reducción del tiempo de trabajo) se va a ganar porque la fuerza de la historia se va a imponer
, insistió Díaz, subrayando que aunque el rechazo actual podría parecer una derrota, ofrecerá al Gobierno el impulso necesario para seguir defendiendo la causa de los trabajadores.
Impacto en las pequeñas empresas y el tejido empresarial
Díaz resaltó que la jornada reducida es una demanda «de la gente en la calle», independientemente de sus afinidades políticas. Criticó que partidos como PP, Vox y Junts no representen a las pequeñas y medianas empresas, las cuales, según sus declaraciones, ya registran una productividad elevada, particularmente en regiones como Cataluña. «La productividad por hora en Cataluña crece (…) al 4,5%», añadió, indicando que muchas empresas ya operan con jornadas reducidas.
El discurso de Díaz también se centró en la inequidad en términos de beneficios, señalando que desde 1983 la productividad en España ha avanzado un 53%, mientras los beneficios de las pequeñas empresas experimentaron un crecimiento superior al 13%. «Y hay empresas que están forrando, como las energéticas, las entidades financieras, los sectores de la agricultura, de la construcción y de la hostelería», afirmó, destacando la disparidad económica entre sectores.
Finalmente, Díaz compartió su visión sobre el escenario político, advirtiendo que la votación representa un «ensayo general de lo que sería un Gobierno de la extrema derecha» bajo el liderato de Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal. La vicepresidenta instó a la ciudadanía, especialmente a los trabajadores y progresistas, a movilizarse, enfatizando que el esfuerzo por el cambio no es sólo del Gobierno, sino también de toda la población. Díaz concluyó advirtiendo a PP, Junts y Vox que el rechazo a la medida «les va a perseguir», reiterando que decisiones pasadas como el voto en contra de la reforma laboral no fueron gratuitas para quienes se opusieron.
