El Congreso retomará este martes la tramitación parlamentaria de la proposición de ley impulsada por Sumar, ERC, Bildu, Podemos y BNG para regular los alquileres de temporada y de habitaciones. Esta iniciativa busca evitar que dichos arrendamientos se escapen de las directrices de la Ley de Vivienda. Cabe recordar que la Cámara Baja tomó en consideración esta norma en diciembre de 2024, aunque las enmiendas se presentaron en mayo de este año. No obstante, hasta ahora no se había convocado la reunión de la ponencia que comenzará a discutirlas.
El prolongado periodo de espera para tramitar este proyecto ha generado fricciones entre el PSOE y sus socios parlamentarios de izquierda. Estos partidos han insistido repetidamente en la necesidad de que los socialistas aceleren la tramitación del texto. ERC y Sumar, de hecho, han manifestado su malestar por la dilación en los plazos.
Después de casi doce meses desde su admisión a trámite, la Cámara Baja ha decidido reactivar la proposición, y desde el Ministerio de Vivienda han celebrado este paso al subrayar que la regulación es imprescindible para atajar el fraude en este tipo de alojamientos en toda España, especialmente en las grandes urbes.
Es imprescindible atajar el fraude que se está cometiendo con este tipo de alojamiento en toda España, especialmente en las grandes ciudades
La propia ministra de Vivienda y Agenda Urbana, Isabel Rodríguez, ha instado a los distintos grupos del Congreso a trabajar colaborativamente «para alcanzar un acuerdo».
La norma que se debatirá en ponencia consiste en una reforma de la Ley de Arrendamientos Urbanos. El objetivo es equiparar los contratos temporales a los de vivienda habitual, desincentivando así su uso, especialmente en áreas declaradas tensionadas para reducir precios. Asimismo, se impone la obligación al arrendador de justificar la necesidad de temporalidad y probarla en términos equivalentes a las disposiciones de la legislación laboral.
Un aspecto clave es que el contrato de temporada no podrá exceder de nueve meses, buscando coincidir con los periodos del curso económico. En caso de que la duración supere los nueve meses o se encadenen más de dos contratos consecutivos, se considerará un contrato de arrendamiento de vivienda habitual. Esto implica la aplicación de todos los preceptos previstos para dichos contratos, incluido el plazo mínimo y las prórrogas establecidas.


