Este martes, 25 de noviembre, el Pleno del Congreso aborda una propuesta legislativa promovida por Sumar para reformar la Ley de Vivienda de 2023. El principal objetivo de esta reforma es prohibir que empresas, fundaciones, personas jurídicas o fondos de inversión adquieran viviendas en España. Alberto Ibáñez, portavoz de Vivienda de Sumar y diputado de Compromís, es el impulsor de esta proposición que busca «frenar» la especulación en el mercado de la vivienda, especialmente causada por «socimis y fondos buitres».
Sumar y su grupo plurinacional consideran prioritario y urgente presentar medidas para acabar con la especulación y el acaparamiento de viviendas por parte de unas pocas manos. Según su iniciativa, el derecho al disfrute de la vivienda se atribuye a las personas físicas, quienes realmente pueden experimentar el vivir en una casa. El grupo defiende que la propiedad de viviendas residenciales en manos de personas jurídicas no corresponde al derecho de uso y disfrute de la experiencia vital, sino que trata la vivienda como un bien de inversión para obtener beneficios económicos.
La reforma propuesta por Sumar limita el derecho de transmisión de propiedad, tanto oneroso como gratuito, de viviendas a personas físicas, permitiendo a las personas jurídicas adquirir inmuebles exclusivamente para actividades económicas de carácter primario, secundario o terciario.
Ibáñez ha asegurado que la propuesta busca frenar la especulación y es «sencilla, con encaje constitucional y en el derecho europeo». Se muestra confiado en que la propuesta contará con apoyo parlamentario suficiente para ser admitida a trámite, calificándola de «conservadora». Aunque le gustaría entrar en el debate sobre la cantidad de casas que debería tener una persona, admitió que actualmente no hay consenso en el Parlamento sobre esta cuestión. Sin embargo, señaló que existe una mayoría que abarca desde la extrema derecha hasta la izquierda parlamentaria que desea poner fin a la especulación con la vivienda.
"Estoy convencido de que el PNV y Junts se sienten cómodos diciendo adiós a los fondos buitre", concluyó Alberto Ibáñez, expresando su confianza en obtener el apoyo necesario para la reforma.


