El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), a través de la Dirección General de la Costa y el Mar, ha reactivado el proceso de expropiación de una parte significativa de los terrenos donde se ubica el hotel de El Algarrobico, en Carboneras (Almería). Este inmueble, promovido por la empresa Azata del Sol, ha sido objeto de una intensa controversia legal y medioambiental durante más de dos décadas debido a su ubicación dentro del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar, en una zona de alta protección ecológica.
Según la resolución publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE), el Gobierno ha determinado que la superficie a expropiar asciende a 16.432 metros cuadrados, correspondientes a la franja de servidumbre de protección del litoral, área que, de acuerdo con la Ley de Costas, debe permanecer libre de edificaciones de uso residencial. Este espacio representa más de la mitad de los 32.654 metros cuadrados que el Catastro atribuye a la propiedad de Azata del Sol.
La decisión del MITECO se apoya en diversos pronunciamientos judiciales que han ratificado la ilegalidad del hotel y la incompatibilidad de su ubicación con la normativa ambiental y urbanística vigente. En 2012, el Tribunal Supremo confirmó el deslinde de los bienes del dominio público marítimo-terrestre en la zona, estableciendo definitivamente una servidumbre de protección de 100 metros de ancho en la franja costera donde se encuentra el hotel. La sentencia dejó claro que en dicha área no pueden existir edificaciones destinadas a uso residencial.
Además, el Tribunal Supremo también dictaminó que los terrenos donde se asienta la edificación son suelo no urbanizable según el Plan de Ordenación de Recursos Naturales (PORN) del Parque Natural Cabo de Gata-Níjar. Esta clasificación impide cualquier tipo de construcción o actividad que altere el equilibrio ecológico de la zona, lo que refuerza la argumentación legal para la demolición del hotel.
Historia y controversia del hotel de El Algarrobico
La construcción del hotel de El Algarrobico comenzó en 2003 con la aprobación de una licencia de obras otorgada por el Ayuntamiento de Carboneras. Se proyectó como un complejo turístico de 21 plantas y 411 habitaciones, promovido como un desarrollo de alto nivel para impulsar el turismo en la zona. Sin embargo, desde el inicio de las obras, organizaciones ecologistas como Greenpeace y Ecologistas en Acción denunciaron su impacto medioambiental, destacando su ubicación dentro de un área protegida y su invasión del dominio público marítimo-terrestre.
Las denuncias derivaron en múltiples litigios y sentencias judiciales. En 2006, la Junta de Andalucía reconoció la ilegalidad de la construcción y se comprometió a demoler el hotel, pero el proceso se ha visto obstaculizado por la falta de acuerdo entre administraciones y los recursos interpuestos por la promotora Azata del Sol. En 2016, el Tribunal Supremo ratificó que la licencia de construcción era contraria a derecho y que los terrenos no podían albergar ninguna infraestructura de este tipo.
A pesar de los fallos judiciales, el hotel de El Algarrobico sigue en pie debido a la inacción de las administraciones competentes. El Ayuntamiento de Carboneras, responsable de revisar y anular la licencia de obras concedida en 2003, aún no ha cumplido con esta obligación judicial, lo que ha retrasado el proceso de demolición. Por su parte, la Junta de Andalucía ha mostrado reservas sobre la vía de la expropiación, argumentando que podría prolongar aún más la resolución del caso. La administración autonómica ha insistido en que la anulación de la licencia municipal es un paso previo necesario antes de proceder a la demolición.
El Gobierno central considera que la expropiación es la forma más efectiva de recuperar el espacio natural y restaurar la legalidad en la zona. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha asegurado que el Ejecutivo financiará la demolición del hotel una vez que se hayan completado los trámites expropiatorios. Además, ha instado a la Junta de Andalucía a colaborar en la recuperación del entorno.
Restauración ambiental
El objetivo final de la expropiación es la demolición completa del hotel y la restauración del paraje natural de El Algarrobico. Este compromiso se enmarca dentro del Protocolo General de Colaboración suscrito en 2011 entre el Gobierno de España y la Junta de Andalucía para la recuperación de la Playa de El Algarrobico. Sin embargo, la falta de acuerdo entre ambas administraciones ha dificultado la implementación de las medidas necesarias para ejecutar la demolición.
La recuperación de este espacio es una prioridad dentro de las políticas de conservación del litoral español. Organizaciones ecologistas continúan presionando para que se acelere la expropiación y la demolición del hotel, destacando la necesidad de preservar la biodiversidad del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar y garantizar el cumplimiento de las sentencias judiciales.
