El rechazo a la energía nuclear se ha reafirmado este martes en el Congreso por parte del Gobierno y sus aliados de izquierda, quienes han abogado por un mayor impulso a las energías renovables después del apagón que afectó a la península ibérica el pasado 28 de abril. Esta postura se destacó durante una proposición no de ley presentada por el Partido Popular, en la que se sugería reconsiderar el cierre de centrales nucleares. En la tribuna de la Cámara Baja, representantes del PSOE, Sumar y sus socios parlamentarios, como Bildu, Esquerra Republicana, BNG y Podemos, defendieron las ventajas de las energías limpias.
En el debate, la exministra socialista Cristina Narbona subrayó que las empresas energéticas son las primeras interesadas en no prolongar la vida útil de las centrales nucleares, afirmando que «no han puesto sobre la mesa del Gobierno ninguna propuesta» para extender su actividad. Narbona enfatizó que muchas de estas instalaciones permanecen cerradas debido a que los precios actuales son más bajos, gracias al avance de las energías renovables en España.
Por su parte, el representante de EH Bildu, Mikel Otero, reiteró su oposición a la energía nuclear, cuestionando al Partido Popular sobre quién asumirá los costos de la misma. Desde el BNG, Néstor Rego afirmó que la energía nuclear no es ni limpia ni segura, y Noemí Santana de Podemos, añadió que mantener esas centrales resulta más caro que apostar por fuentes renovables, las cuales son “más baratas, más limpias y más seguras”.
El apagón no fue causado por las energías renovables
Además, la diputada de Esquerra, Teresa Jordá, criticó al PP por utilizar el apagón para abrir el debate sobre las nucleares, calificando esta acción como una «irresponsabilidad extrema». Jordá destacó que la flexibilidad de las energías renovables, como la hidráulica, fue clave para reactivar rápidamente el sistema eléctrico durante la crisis.
Finalmente, Pilar Calvo de Junts hizo hincapié en la necesidad de no fomentar una «guerra entre tecnologías». Aunque reconoció que existen preocupaciones sobre la falta de baterías y sistemas de protección ante cambios de tensión, insistió en que no se debe desestimar el papel de las energías más convencionales.
