El Valencia CF afronta un momento de profundas decisiones estratégicas y financieras que pueden marcar su rumbo en los próximos años. En las últimas semanas se han confirmado movimientos clave: la firma internacional CBRE gestionará en exclusiva la venta de los terrenos del viejo Mestalla, el club ha iniciado la comercialización de su oferta Hospitality para el Nou Mestalla, y nuevas condiciones financieras liberalizan la opción de que Peter Lim pueda plantearse una venta accionarial:
La operación que acapara titulares es la adjudicación a CBRE de la venta en exclusiva de la parcela donde se encuentra el estadio de Mestalla. Con una superficie edificable cercana a los 90.000 m², el suelo está concebido para usos residenciales, terciarios, hoteleros y oficinas, lo que le otorga un potencial urbanístico elevado. La operación, que será liderada desde la división Sports de CBRE, en coordinación con su oficina local en Valencia, con el fin de combinar especialización en proyectos deportivos y conocimiento del mercado valenciano. Esta decisión coincide con publicaciones anteriores que señalaban al club pidiendo unos 150 millones de euros por las parcelas del viejo Mestalla.
El Valencia CF ha encargado a CBRE la venta en exclusiva de los terrenos del viejo Mestalla, valorados en unos 150 millones de dólares
Asimismo, el club habría encargado la operación al broker Richard Ellis (ahora vinculado con CBRE) y contemplaría que el comprador asuma el coste de demolición del estadio, que podría superar los 10 millones de euros.
Desde hace tiempo el Valencia ha basado parte de su viabilidad futura en la venta del antiguo estadio para financiar el Nuevo Mestalla, un proyecto interrumpido durante años y reactivado recientemente. El Nou Mestalla fue retomado el 10 de enero de 2025, tras meses de gestión urbanística con el Ayuntamiento de Valencia, con un horizonte de finalización en verano de 2027.
La operación servirá para financiar el Nou Mestalla, cuya finalización está prevista para 2027
Precisamente el club ya ha comenzado la comercialización de su oferta Hospitality para el nuevo estadio. Según el propio VCF, el Nou Mestalla contará con más de 6.500 asientos premium (un 10 % de su aforo), con diez modalidades distintas y servicios gastronómicos y de experiencia antes, durante y después del partido. La primera fase se destina a Suites, priorizando a abonados VIP actuales y clientes del área VIP. La apertura de lista de espera para otros aficionados será posterior, y la venta de abonos para público general se prepara para después del verano de 2026.
Sobre CBRE (Coldwell Banker Richard Ellis), una de las firmas más importantes del mundo en servicios comerciales inmobiliarios y con presencia en más de 100 países, además de un equipo de más de 140.000 profesionales, ofrece un catálogo completo de servicios que abarcan inversión, financiación, planificación, arrendamiento, diseño, construcción, gestión de propiedades y transformación de portafolios inmobiliarios.
Se ha alcanzado un acuerdo con Goldman Sachs que libera restricciones financieras y permite una posible venta accionarial por parte de Peter Lim
Un acuerdo financiero decisivo
Además del movimiento inmobiliario y comercial, el Valencia ha cerrado un acuerdo financiero decisivo. Gracias a un pacto con Goldman Sachs, el club ha logrado refinanciar su deuda y liberar una quita que hasta ahora limitaba la venta del club por partes del accionariado. Con esta nueva estructura, Peter Lim, máximo accionista, ya tiene vía libre para considerar una eventual cesión de sus activos si encuentra una oferta atractiva.
El club ha iniciado la comercialización de su oferta Hospitality, con más de 6.500 asientos premium destinados a abonados y empresas
El contexto en que se produce esta reordenación es complejo. El Valencia debe compatibilizar el desafío de completar el Nou Mestalla, generar ingresos adicionales, aliviar su carga financiera y conservar la confianza de su afición, que durante años ha vivido paralizaciones, deudas y frustraciones. La exigencia política y administrativa en Valencia también ha sido notable: para reanudar las obras fue necesario el visto bueno municipal, la entrega de licencias y el compromiso de cumplimiento de plazos.
Si la venta del viejo Mestalla prospera según lo previsto, el club obtendría liquidez esencial para afrontar la terminación del estadio, amortizar deuda y equilibrar su estructura económica. El Nou Mestalla, con su oferta Hospitality ambiciosa, supone una apuesta por un estadio no solo de partidos, sino de eventos, conciertos y explotación continua.
