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La energía del Sol, lista para alimentar nuestras ciudades antes de 2045

El sector cuenta ya con, al menos, 43 startups compitiendo por su liderazgo, impulsadas por rondas de inversión récord y una creciente colaboración público-privada

Por Redacción Capital

Durante décadas, la fusión nuclear ha sido considerada la energía del futuro, un anhelo tecnológico que buscaba reproducir en la Tierra el mismo proceso que hace brillar al Sol. Sin embargo, los enormes desafíos científicos y de ingeniería han retrasado su desarrollo y han alimentado la percepción de que siempre estaba “a varias décadas de distancia”. Hoy, esta visión podría estar cambiando de manera radical. Según los principales expertos internacionales, la fusión nuclear podría comenzar a desplegarse comercialmente en apenas 20 años, con un mercado potencial que podría rondar los 800.000 millones de euros en ese mismo periodo.

Estas son algunas de las conclusiones del informe “Energía de Fusión: una revolución energética en marcha. Del avance científico al despliegue industrial”, elaborado por el think tank Future Trends Forum de la Fundación Innovación Bankinter. El documento, fruto de la colaboración de más de 30 especialistas internacionales reunidos en el foro FusionForward, analiza tanto los plazos previstos para la llegada de la fusión a la red eléctrica como los avances tecnológicos, las inversiones necesarias y los marcos regulatorios que se deberán establecer. Asimismo, resalta el papel clave que tendrán que desempeñar científicos, empresas y gobiernos para que este cambio se materialice.

Uno de los datos más reveladores del estudio es que más del 80% de los expertos consultados cree que la fusión comenzará a suministrar energía antes de 2045. Mientras que las previsiones de organismos públicos suelen situar su implantación más allá de esa fecha, las startups y compañías del sector privado son más optimistas y apuntan incluso al año 2035 como horizonte plausible. En cualquier caso, el periodo comprendido entre 2035 y 2045 se perfila como el momento en que la fusión nuclear podría dar el salto del laboratorio a las primeras plantas comerciales conectadas a la red.

La base de esta revolución energética se encuentra en un proceso físico fascinante: la fusión. Se trata de unir dos átomos ligeros de hidrógeno, concretamente deuterio y tritio, para formar helio, liberando en el proceso enormes cantidades de energía. Para lograrlo, es necesario calentar estos isótopos a temperaturas superiores a los 100 millones de grados, mucho más elevadas que los 15 millones del núcleo solar, de modo que la materia pase a estado de plasma y permita la fusión de los núcleos.

Las ventajas de esta tecnología son enormes: cero emisiones de CO₂, ausencia de residuos radiactivos de larga duración, combustibles abundantes y una densidad energética sin comparación. Tal y como destaca Carlos Alejaldre, presidente del Consejo de Gobernanza de Fusion for Energy, apenas 50 gramos de litio y 12 gramos de deuterio pueden generar la misma energía que 300 toneladas de petróleo, el equivalente al consumo de toda una vida de un ciudadano europeo. Con estas cifras, la fusión tiene el potencial de sustituir completamente a los combustibles fósiles.

No obstante, los retos siguen siendo significativos. Mantener estable el plasma, desarrollar materiales capaces de resistir condiciones extremas y garantizar una producción suficiente de tritio son todavía obstáculos por superar. Todo ello en un contexto global en el que el consumo de combustibles fósiles apenas se redujo un 0,1% entre 2009 y 2019, y en el que la demanda energética se triplicará para 2050, impulsada por la inteligencia artificial, la computación intensiva y el crecimiento demográfico.

Paradójicamente, la propia IA podría ser una aliada clave en este proceso. Expertos como Itxaso Ariza, de Tokamak Energy, y Pablo Rodríguez-Fernández, del MIT, señalan que la simulación digital con IA ya está transformando el diseño de reactores, mientras que la robótica avanzada permitirá el mantenimiento seguro de los sistemas en entornos extremos.

En paralelo, la inversión en fusión nuclear vive un momento histórico. Según FusionXInvest, la financiación privada ha crecido de 7.000 millones de dólares en 2024 a 10.700 millones en 2025, con Estados Unidos liderando con un 61% del total, seguido de China (24%) y Europa (5%). A ello se suma el apoyo institucional: el Departamento de Energía de EE. UU. financia proyectos basados en hitos, China invierte 1.500 millones de dólares anuales, y la Unión Europea respalda startups como la alemana Marvel Fusion.

Actualmente existen al menos 43 startups compitiendo por posicionarse en este sector emergente, entre ellas Tokamak Energy (Reino Unido), Xcimer Energy (EE. UU.), Proxima Fusion (Alemania), Renaissance Fusion (Francia) y Kyoto Fusioneering (Japón). Este ecosistema refleja cómo la urgencia climática, la innovación tecnológica y la colaboración público-privada están transformando lo que hace pocos años parecía solo una promesa lejana en una oportunidad real de futuro.

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