La Comisión Europea ha dado un paso significativo hacia la diversificación de sus fuentes de materias primas al presentar la primera lista de proyectos de extracción fuera de la UE. Esta iniciativa busca disminuir la dependencia del bloque europeo de países como China.
Un total de 13 proyectos han sido seleccionados, con algunos de ellos situados en países con los que la UE mantiene relaciones estratégicas en la cadena de valor de materias primas. Este grupo incluye territorios como Canadá, Groenlandia, Kazajistán, Noruega, Serbia, Ucrania y Zambia. Además, se han aprobado proyectos en Brasil, Madagascar, Malaui, Sudáfrica y Reino Unido. Entre los proyectos europeos, destaca uno en Nueva Caledonia, un territorio francés en el Pacífico.
Por ejemplo, en Ucrania, el objetivo es la extracción de grafito para la producción de baterías, mientras que en Reino Unido se enfocarán en el volframio, importante para la industria de defensa y espacial. En Brasil, se prevé la transformación de níquel y cobalto, recursos que también se extraerán en Zambia.
La UE necesita una cadena de suministro estable, segura y diversificada
, resaltó Stéphane Séjourné, vicepresidente del Ejecutivo comunitario para Prosperidad y Estrategia Industrial. Subrayó la importancia de invertir globalmente para reducir las dependencias y fomentar oportunidades de exportación.
La selección de estos proyectos contó con el análisis de expertos independientes, quienes se aseguraron de que cumplieran con los criterios de la Ley de Materias Primas Críticas. Esto incluye su viabilidad técnica, rentabilidad y capacidad para cumplir con estándares medioambientales, sociales y de gobernanza. Además, los proyectos debían evidenciar la posibilidad de contribuir a la seguridad del suministro de la UE, demostrando viabilidad mediante acuerdos de compra con industrias europeas transformadoras.
En última instancia, estos proyectos no solo buscan asegurar un suministro estable y diverso para Europa, sino también crear beneficios comerciales para los países participantes, promoviendo así una economía mundial más interconectada y sostenible.
