En un reciente evento en Betim, Minas Gerais, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha expresado críticas a su homólogo estadounidense, Donald Trump, en el contexto de la guerra comercial que este último ha iniciado. Lula demandó un enfoque más respetuoso, afirmando que “no gana nada gritando” al referirse a las declaraciones de Trump sobre la economía brasileña.
Las tensiones surgen en un momento clave, ya que Brasil intenta prevenir la implementación de tarifas más altas en las importaciones de acero y aluminio, lo que podría afectar negativamente sus exportaciones. Durante su intervención, Lula enfatizó: “Hable tranquilo conmigo, hable con respeto conmigo que aprendí a respetar y quiero ser respetado”.
Brasil no quiere ser mayor que nadie, pero Brasil no acepta ser menor
El presidente brasileño también defendió su gestión económica, asegurando que Brasil seguirá creciendo y generando empleo, así como controlando la inflación. Destacó: “Puede estar convencido de que va a seguir creciendo, que vamos a seguir creando empleo, que la inflación va a bajar, ya hemos hecho la mayor política tributaria de este país de la historia”.
Lula subrayó que Brasil no es una amenaza para la industria estadounidense, argumentando que ambas economías se complementan y que el aumento de aranceles perjudicaría a las industrias brasileñas que dependen de productos de acero para su producción. Con estas declaraciones, el mandatario busca reafirmar la posición de Brasil en el escenario internacional y promover un diálogo más equitativo con Estados Unidos.