El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, ha realizado declaraciones este miércoles en las que advierte sobre las posibles consecuencias de la imposición de aranceles por parte de su homólogo estadounidense, Donald Trump. Lula expresó su disposición a responder con «reciprocidad» en caso de que se implementen tasas a los productos brasileños. «Si impone tasas a los productos brasileños, habrá reciprocidad en Brasil a la hora de tasar los productos importados de Estados Unidos», afirmó durante un encuentro con la prensa en el Palacio del Planalto.
Contexto de la tensión diplomática
Esta es la primera vez que Lula aborda públicamente la crisis diplomática tras la llegada de Trump al poder. En sus comentarios, enfatizó la importancia del respeto a la soberanía de cada nación. «Él ha sido elegido para gobernar Estados Unidos. Los otros presidentes lo han sido para dirigir sus países», añadió Lula.
La postura del presidente brasileño se asemeja a la del presidente colombiano, Gustavo Petro, quien también reaccionó ante las amenazas de Trump, aunque terminó por moderar su respuesta. El Gobierno de Brasil ha mantenido una actitud cautelosa, incluso tras las quejas sobre el trato a deportados provenientes de Estados Unidos, la mayoría de los cuales llegaron en condiciones inadecuadas y esposados.
Lula también busca establecer un vínculo práctico con Trump, especialmente en lo que respecta a las políticas medioambientales. De cara a la próxima Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático que se llevará a cabo en Belén, Brasil, en noviembre de 2025, instó a la comunidad internacional a mantener un «diálogo serio» para facilitar una «transición energética de verdad». Recientemente, recordó que la decisión de Trump de abandonar el Acuerdo de París representa una regresión en la cooperación global ante el cambio climático.
Obviamente creo que ese asunto de salir del Acuerdo de París, de no colaborar con la financiación de la OMS es una regresión a la civilización
Sobre la posibilidad de una primera conversación telefónica entre ambos líderes, Lula desestimó su viabilidad al señalar que «no hay interés por ninguna de las partes». «Esas conversaciones solo se producen cuando hay interés, cuando hay algo que tratar», manifestó. Sin embargo, dejó abierta la puerta a un posible encuentro en eventos como el G7 o las futuras reuniones de la ONU.
Finalmente, Lula hizo hincapié en su recuperación tras un accidente doméstico y sus intervenciones quirúrgicas, afirmando: «Estoy cien por cien recuperado, preparado para todas las luchas que vengan a partir de ahora. He vuelto a hacer ejercicio, ya puedo viajar a donde quiera».