Marisa Paredes, una de las actrices más representativas del cine español, ha fallecido a los 78 años, dejando un legado imborrable en la historia del cine y la televisión en nuestro país. Su carrera, que abarcó más de seis décadas, estuvo marcada por su inconfundible talento, su capacidad para transformarse en cada personaje y su especial relación con Pedro Almodóvar, quien la convirtió en una de sus musas más emblemáticas. A lo largo de su trayectoria, Paredes no solo deslumbró por su faceta profesional, sino que también dejó una huella profunda en el ámbito personal, siendo una de las figuras más queridas y respetadas del mundo del espectáculo.
Por el momento, se desconoce la causa del fallecimiento de Marisa Paredes, quien habría pasado sus últimos días en Madrid. Una de sus últimas apariciones públicas fue en el pasado mes de septiembre, cuando participó en el Festival de San Sebastián, demostrando una vez más su inquebrantable compromiso con el cine. En cuanto a sus últimas entrevistas, destaca especialmente la que ofreció para Memoria Colectiva del Cine Español.
Inicios de una carrera brillante
Nacida en Madrid en 1946, Marisa Paredes se formó en la Escuela de Arte Dramático de Madrid y debutó en el cine a una edad muy temprana, con solo 14 años, participando en las películas Esta noche tampoco de José Osuna y 091 Policía al habla de José María Forqué. A lo largo de los años 60 y 70, Marisa fue acumulando papeles secundarios en diversas producciones. Sin embargo, fue en los años 80 cuando comenzó a consolidarse como una actriz destacada, especialmente con su participación en Ópera prima (1980), el primer largometraje dirigido por Fernando Trueba. Tras este debut con Trueba, Paredes continuó trabajando con algunos de los nombres más importantes del cine español, como Agustí Villaronga, con quien rodó Tras el cristal (1986).
En 1983, llegó su primera colaboración con Pedro Almodóvar, cineasta con el que establecería una relación creativa que marcaría su carrera. Esta primera película con Almodóvar fue Entre tinieblas, en la que Paredes interpretó uno de sus primeros papeles clave. A partir de ahí, su vínculo con Almodóvar se consolidó, y la actriz interpretó algunos de los papeles más emblemáticos de su carrera. Destacó como la diva Becky del Páramo en Tacones lejanos (1991) y como la escritora Amanda Gris en La flor de mi secreto (1995), un rol por el que recibió una nominación al Goya. Además, su colaboración con Almodóvar continuó en títulos como Todo sobre mi madre (1999), Hable con ella (2002) y La piel que habito (2011), donde la actriz dejó su huella en el cine español e internacional.
Otras producciones en las que destacó incluyen El perro del hortelano (1996), una adaptación de la obra de Lope de Vega, donde interpretó a una noble que se enamora de un hombre de clase baja, y El jardín de Venus (1999), una película dirigida por Felipe Vega, donde Paredes mostró su capacidad para abordar personajes complejos y desafiantes
La relación con Pedro Almodóvar: su musa cinematográfica
Fue con Pedro Almodóvar con quien Marisa Paredes alcanzó su mayor gloria. La actriz se convirtió en una de las musas más importantes del cine del director manchego, participando en algunas de sus obras más aclamadas, como las ya citadas. La colaboración más emblemática de Marisa Paredes con Almodóvar fue en Todo sobre mi madre (1999), una de las películas más aclamadas de su carrera y que le valió a Paredes el reconocimiento a nivel mundial. En este film, Marisa interpretó a una madre que, tras la muerte de su hijo, se embarca en una travesía para encontrar al padre biológico del niño. La película se convirtió en un éxito global, y la actriz fue aclamada por su interpretación profunda y emotiva, logrando una vez más demostrar su extraordinaria capacidad para conmover al público.
Por su parte, en Hable con ella (2002), otro de los grandes éxitos de Almodóvar, Paredes interpretó a una mujer en coma. Esta trama, en sus propias palabras, permitió a la actriz explorar un rol más enigmático y silencioso, demostrando su capacidad para transmitir emociones sin necesidad de muchas palabras.
Reconocimientos y premios
A lo largo de su carrera, Marisa Paredes recibió numerosos premios y distinciones. En 2018, recibió el Goya de Honor, uno de los mayores reconocimientos del cine español, por "una prolífica y prolongada carrera, trayectoria que mantiene con absoluto vigor, apostando en numerosos trabajos por proyectos cinematográficos nacionales e internacionales definidos por el riesgo y el prestigio", en palabras de la Academia de Cine.
Presidenta de la organización española entre 2000 y 2003, Marisa Paredes ha recibido otros galardones, como el Premio Nacional de Cinematografía, la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes o la Gran Medalla Vermeil de la Villa de París, así como premios cinematográficos en certámenes internacionales como el de Karlovy Vary, Taormina, Gijón o Málaga. También recibió la Espiga de Honor de la Seminci en su 62 edición.
La vida personal de Marisa Paredes
La vida personal de Marisa Paredes estuvo marcada por su dedicación al arte y una personalidad reservada, alejada de los focos mediáticos. A lo largo de su vida, la actriz mantuvo un perfil discreto en cuanto a su vida privada, aunque se sabe que fue madre de una hija, María, fruto de su relación con con el director de cine Antonio Isasi-Isasmendi, quien falleció en el año 2017 en Ibiza víctima de una neumonía. "La muerte siempre es un asunto muy feo. En el caso de Antonio, nos veíamos cuando venía a Madrid. Vivía en Ibiza y teníamos una relación muy cordial. Nos conocimos en una fiesta de Fotogramas y nos hicimos pareja poco después. Cuando alguien tan importante en tu vida como es el padre de tu hija se va, se produce un vacío enorme", fueron las palabras de Marisa al conocer la triste noticia.
Antonio Isasi-Isasmendi y Marisa Paredes compartieron una historia de amor que comenzó a principios de los años 70. Su relación fue sólida y discreta, marcada por el respeto mutuo y la pasión por el cine. Aunque nunca fue mediática, fue una de las conexiones más importantes en la vida de la actriz. En el año 2021, Marisa Paredes se convirtió en abuela, siendo esto, probablemente, su último mayor hito personal.