Boeing ha decidido detener las pruebas de vuelo de su nuevo avión 777X tras detectar una pieza dañada durante la inspección de una flota de cuatro aeronaves. La revisión se centró en buscar grietas en un componente estructural que sostiene los motores de General Electric en las alas del avión.
El fabricante estadounidense ha comunicado que sustituirá la pieza afectada y reanudará las pruebas de vuelo una vez que esté todo listo, según informó 'Bloomberg'. Este incidente se suma a los múltiples contratiempos que ha enfrentado Boeing en su esfuerzo por certificar el 777X, su mayor avión de pasajeros, que ya lleva un retraso de cinco años.
La compañía también ha notificado del problema a la Administración Federal de Aviación (FAA) y a sus clientes. El soporte del motor, afectado en este caso, ha sido diseñado específicamente para el modelo 777-9, el primero de la familia 777X.
El 777-9, perteneciente a la familia del nuevo Boeing 777X, es el avión bimotor más grande y eficiente del mundo ya que, con nuevos avances en aerodinámica y motores, este modelo ofrecerá un 10% menos de consumo de combustible y emisiones y un 10% menos de costes operativos que la competencia.
Boeing anunció el comienzo de las pruebas de vuelo de certificación de este modelo en julio, que tuvieron lugar el en el aeropuerto Boeing Field de Seattle (Washington, Estados Unidos).
Los fallos superaron a los responsables de la compañía
La compañía sufre una crisis de seguridad y reputación desde 2019, derivada de una serie de fallos en sus modelos 737 MAX. En concreto, este modelo fue protagonista de dos accidentes en menos de seis meses que se provocaron la muerte de cientos de personas. Más recientemente, un avión de Alaska Airlines perdió en enero parte de su fuselaje, lo que provocó que el avión tuviera que realizar un aterrizaje de emergencia.
Los problemas en los aviones de Boeing superaron a los máximos responsables de la compañía, con la consecuente pérdida de credibilidad. Ello se tradujo en que los principales directivos de la cúpula de la compañía dieran un paso atrás después de afrontar una fase crítica para el fabricante de aviones estadounidense.
Según se ha dio a conocer, el presidente y consejero delegado de Boeing, Dave Calhoun, dejará la compañía a finales de este año. Él mismo hizo pública su decisión en una carta enviada a los empleados de Boeing.
"Los ojos de todo el mundo están puestos en nosotros y sé que superaremos este momento como una empresa mejor", añadió. Por ello, destacó que seguirán centrados en completar el trabajo iniciado para devolver la estabilidad a la compañía "tras los extraordinarios retos de los últimos cinco años", con la "seguridad y la calidad" al frente.
