El presidente de Renfe, Raül Blanco, abandonará su cargo el próximo 14 de enero para centrarse en nuevos objetivos profesionales en el sector privado, cerrando así una etapa de casi dos años al frente de la operadora ferroviaria pública. Según ha explicado el propio Blanco, la decisión ha sido tomada "de mutuo acuerdo con el Ministerio de Transportes", institución con la que asegura haber trabajado estrechamente durante su mandato. Blanco ha defendido su gestión, destacando que se encuentra "en la senda para lograr resultados positivos a partir de 2025" y que la compañía esta preparada "para consolidarse como una de las grandes empresas globales en el ámbito de la movilidad".
Raül Blanco asumió el cargo en febrero de 2023, en medio de una crisis generada por los fallos en el diseño de unos trenes de ancho métrico destinados a Asturias y Cantabria. El error, que implicaba que los trenes no podían pasar por los túneles de dichas regiones, forzó la salida del entonces presidente Isaías Táboas y de la secretaria de Estado de Transportes, Isabel Pardo de Vera. Desde su llegada, Blanco tomó las riendas de una empresa que enfrentaba tensiones internas, problemas de imagen y desafíos estructurales.
Uno de los mayores logros de Blanco ha sido la mejora financiera de Renfe en un entorno marcado por la competencia de empresas como Ouigo e Iryo, respaldadas por capital público francés e italiano. Bajo su liderazgo, Renfe redujo sus pérdidas en un 83%, pasando de 123,4 millones de euros en 2023 a 20 millones en 2024, según las previsiones. Este avance ha sido posible gracias a la implementación del 'Plan para la generación de valor y mejora de la eficiencia', que logró un ahorro de 60 millones en gasto corriente y contribuyó a un Ebitda positivo de 27,8 millones de euros.
A pesar de los avances financieros, el mandato de Blanco también ha estado marcado por retos operativos. La entrega de los trenes Avril (Serie 106) fabricados por Talgo estuvo plagada de incidencias técnicas, afectando la reputación de la compañía durante el verano y resultando en penalizaciones para el fabricante por valor de 170 millones de euros.
Además, las redes de Cercanías de Madrid y Rodalies de Barcelona continuaron enfrentando problemas, lo que llevó a Blanco a reforzar estas áreas con la incorporación de nuevos profesionales y recursos. Este enfoque permitió estabilizar el servicio y sentar las bases para su mejora futura.
Blanco también lideró una renovación interna de Renfe, rejuveneciendo su cúpula directiva, incorporando perfiles independientes y alcanzando por primera vez la paridad en los consejos de administración. Además, avanzó en la implementación de medidas de transparencia, logrando acuerdos con los sindicatos que evitaron conflictos laborales durante su mandato. Bajo su dirección, Renfe no solo se centró en mejorar sus operaciones internas, sino que también apostó por su expansión internacional. En 2023, Blanco fundó la sociedad Renfe Proyectos Internacionales, con el objetivo de que un 10% de la facturación de la compañía provenga del extranjero para 2030. Además, se avanzó en un acuerdo estratégico con MSC para integrar a la naviera como socio industrial de Renfe Mercancías, con el propósito de revertir las dificultades de esta división.
Entre sus mayores hitos internacionales, destaca la expansión del servicio AVE a Francia, consolidando la presencia de Renfe fuera de las fronteras españolas y posicionándola como un actor global en el sector de la movilidad.
Raül Blanco, licenciado en Economía por la Universidad de Barcelona y con posgrados en gestión empresarial, cuenta con una dilatada trayectoria en la administración pública. Antes de presidir Renfe, fue secretario general de Industria y de la Pequeña y Mediana Empresa en el Ministerio de Industria, y director general de la Fundación Escuela de Organización Industrial (EOI). También desempeñó diversos cargos en la Generalitat de Catalunya y el Ayuntamiento de L'Hospitalet de Llobregat. Con esta experiencia, Blanco llegó a Renfe en un momento crítico y logró estabilizar la compañía, modernizar su estructura y preparar el camino hacia una mayor rentabilidad y competitividad global.
Los trenes de alta velocidad de Renfe generan grandes retrasos en Madrid