Renfe ha manifestado su intención de entablar un diálogo constructivo con los sindicatos para prevenir la huelga programada, que se iniciará el 17 de marzo. La empresa considera prioritario explorar todas las posibles vías de negociación antes de que se lleve a cabo la protesta. Fuentes de Renfe han confirmado a Europa Press que su objetivo es minimizar cualquier impacto negativo en la movilidad de los miles de viajeros que confían en sus servicios diariamente.
«Desde Renfe respetamos el derecho a la huelga y mantenemos nuestra voluntad de diálogo con las centrales convocantes para alcanzar un acuerdo que permita la desconvocatoria de los paros», han señalado.
La huelga, que ha sido anunciada por los sindicatos, está relacionada en gran medida con una decisión política y no con la gestión interna de la empresa. En particular, se refiere al traspaso integral de Rodalies a la Generalitat de Cataluña, así como a las críticas sobre la manera en la que se está llevando a cabo este proceso. Aunque los sindicatos no se oponen al traslado, sugieren un modelo en el cual tanto Renfe como Adif continúen operando, parecido al sistema de la sanidad catalana, donde diferentes centros sin titularidad de la Generalitat ofrecen servicios públicos.
Sin embargo, este acuerdo político implicaría la exclusión de la línea R1 de la Red Ferroviaria de Interés General (RFIG), limitando así las competencias de Adif y creando una empresa mixta no vinculada a Renfe, que asumirá progresivamente todas las funciones operativas de ambas empresas públicas estatales.
Renfe reafirma su compromiso de alcanzar soluciones que eviten futuras afectaciones al servicio
