El histórico apagón que dejó sin suministro eléctrico a millones de personas en España y Portugal este lunes vino precedido de ciertas señales. Según ha publicado El Mundo, Repsol emitió una alerta días antes del colapso del sistema eléctrico peninsular, advirtiendo de la inestabilidad en la red y de riesgos estructurales que, finalmente, se materializaron el 28 de abril.
La energética informó a sus grandes clientes de que, debido a «una parada inesperada por problemas técnicos con el suministro eléctrico», suspendía las entregas de producto en su refinería de Cartagena hasta que la situación estuviera completamente resuelta. La comunicación, fechada el 24 de abril, detallaba que se trataba de un «fuerte fallo eléctrico ajeno a la planta», de tal envergadura que obligó a activar una cláusula de fuerza mayor.
Repsol detectó desajustes eléctricos antes del apagón
El fallo que afectó a la refinería de Cartagena ocurrió el martes 22 de abril. Los mecanismos de protección de la instalación se activaron automáticamente al detectar desajustes eléctricos en la red, bloqueando la actividad para prevenir daños mayores. Estos sistemas de protección impiden reiniciar operaciones hasta que la red eléctrica se estabilice completamente.
Coincidiendo con esa fecha, el ministro de Transportes, Óscar Puente, mencionó a través de su perfil en X que un «exceso de tensión en la red eléctrica» había provocado incidencias en la alta velocidad ferroviaria entre Chamartín y Pajares (Asturias).
Estos antecedentes refuerzan la hipótesis de que el sistema eléctrico peninsular presentaba signos de inestabilidad varios días antes del colapso.
