La tarde de este domingo 21 de septiembre se vio marcada por un fenómeno natural que, aunque leve, logró sorprender a numerosos vecinos de la comarca del Baix Vinalopó. El Instituto Geográfico Nacional (IGN) informó de la detección de un terremoto registrado a las 20:43 horas, cuyo epicentro se situó en el mar, en el espacio comprendido entre la localidad de Santa Pola y la isla de Tabarca. El seísmo alcanzó una magnitud de 2,1 en la escala mbLg y se localizó a una profundidad de tan solo 3 kilómetros, una circunstancia que favoreció que llegara a sentirse en algunos núcleos poblados próximos, aunque sin provocar daños materiales ni personales.
La magnitud del temblor se considera baja, pero al producirse a tan poca profundidad resultó perceptible en determinadas zonas costeras. Según los datos facilitados por el IGN, la intensidad máxima fue de II-III, un nivel que indica que el movimiento sísmico puede ser notado ligeramente por las personas, en especial si se encuentran en reposo, pero que no supone riesgos estructurales ni alteraciones en la vida cotidiana. De hecho, en Santa Pola varios vecinos relataron haber percibido un leve movimiento que, en un primer momento, confundieron con el paso de un vehículo pesado o con vibraciones cotidianas del entorno.
El Centro de Coordinación de Emergencias de la Generalitat Valenciana confirmó que durante los minutos posteriores al temblor se recibieron 13 llamadas en el teléfono 112. La mayoría de ellas procedían de residentes en Santa Pola, quienes manifestaron su sorpresa por la sacudida. También hubo avisos desde la pedanía ilicitana de Las Bayas y de otras zonas del sureste de Elche, donde algunos vecinos comentaron haber sentido un ligero balanceo en muebles o enseres domésticos. Sin embargo, en ningún caso fue necesario activar protocolos de emergencia, ya que no se registraron incidencias.
🚨El Centro de Coordinación de Emergencias recibe notificación del @IGN_Sismologia informando de un seísmo de magnitud 2.1 zona epicentral: SE Santa Pola.
➡️El seísmo ha sido sentido por la población. Se han recibido 13 llamadas al 112. https://t.co/t7S8Va0Keu pic.twitter.com/T9nsUTmxhg
— Emergències 112CV (@GVA112) September 21, 2025
Este tipo de movimientos sísmicos son relativamente habituales en la provincia de Alicante y en otras áreas del sureste peninsular. La actividad tectónica en la zona, aunque moderada, responde a la interacción entre la placa euroasiática y la africana, cuya fricción genera pequeños temblores que, en su mayoría, pasan desapercibidos. Los expertos recuerdan que los seísmos de baja magnitud forman parte de la dinámica natural del subsuelo y no suelen suponer un peligro real para la población, aunque sí despiertan inquietud cuando se dejan sentir de manera inesperada.
La jornada dominical transcurría con normalidad cuando el breve temblor interrumpió la rutina de muchos vecinos. En las redes sociales se compartieron comentarios y testimonios de personas que, con cierto asombro, relataban la experiencia. Algunos señalaban que habían notado vibraciones al estar sentados en el sofá, mientras que otros indicaban que objetos ligeros, como lámparas o vasos, llegaron a moverse levemente. La sorpresa fue la reacción común, ya que no todos los residentes en la zona lo percibieron de igual manera.
Los especialistas insisten en que la mejor manera de afrontar estos episodios es mantener la calma y recordar que los seísmos de baja magnitud, como el registrado este domingo, rara vez implican consecuencias graves. Asimismo, subrayan la importancia de contar con información oficial y evitar la difusión de rumores, especialmente en un contexto en el que las redes sociales tienden a amplificar cualquier suceso.
