La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció este viernes un nuevo paquete de sanciones dirigidas a Rusia. Este conjunto de medidas incluye, entre otras cosas, el veto al gasoducto Nord Stream y nuevas restricciones a los bancos que apoyan la maquinaria bélica rusa, así como a la denominada ‘flota fantasma’ que trata de evadir las restricciones comerciales.
En declaraciones a la prensa durante su llegada a una cumbre de líderes de la Comunidad Política Europea (CPE) en Tirana, Albania, von der Leyen aseguró: «Para ser claros, queremos la paz. Y por eso estamos trabajando en un próximo paquete de sanciones».
La presidenta explicó que los elementos clave de este nuevo paquete de sanciones serán el veto al gasoducto, la inclusión de más buques en la lista de la ‘flota fantasma’, la implementación de un nuevo tope más bajo para el crudo y un endurecimiento de las sanciones al sector financiero ruso. Esto último incluye medidas específicas contra bancos rusos y aquellas entidades de terceros países que financian la actividad bélica de Moscú.
Ha llegado el momento de intensificar la presión hasta que Putin esté preparado para la paz
Von der Leyen insistió en la necesidad de aumentar la presión sobre el presidente ruso, Vladimir Putin, subrayando que esto es imperativo para facilitar una resolución pacífica. Su declaración se produce apenas dos días después de que los Veintisiete países de la Unión Europea aprobaran la 17ª ronda de sanciones desde el inicio de la invasión de Ucrania. Asimismo, la líder alemana criticó a Putin por no asistir a una reunión propuesta por él entre Rusia y Ucrania en Turquía, afirmando: «El presidente Zelenski estaba dispuesto a reunirse. El presidente Putin no se presentó. Esto nos dice una cosa: Putin no quiere la paz».
