En una sociedad cada vez más sensibilizada con la prevención y el autocuidado, la salud masculina continúa siendo uno de los grandes retos pendientes. Mientras que los chequeos cardiológicos o digestivos se han incorporado de manera natural en la rutina médica de muchos adultos, la revisión urológica sigue despertando cierto recelo. Persisten los mitos, los tabúes y, en muchos casos, la desinformación. Sin embargo, la detección precoz es clave. “El cáncer de próstata no genera síntomas en sus fases iniciales, por eso debemos buscarlo activamente. Una revisión a tiempo puede salvar vidas”, subraya el Dr. José Antonio López Plaza, urólogo de Olympia Quirónsalud.
La importancia de la detección temprana
El cáncer de próstata es el tumor más frecuente en hombres y una de las principales causas de mortalidad oncológica masculina en el mundo. Su carácter silencioso en las etapas iniciales lo convierte en un enemigo difícil de detectar sin controles médicos. Por ello, los especialistas insisten en la necesidad de incorporar las revisiones urológicas como parte de los hábitos de salud preventiva.
El Dr. López Plaza recuerda que los hombres sin antecedentes familiares deberían comenzar los controles a partir de los 50 años, mientras que aquellos con familiares de primer o segundo grado diagnosticados de cáncer de próstata deberían hacerlo desde los 45. Estas revisiones incluyen, además, un aspecto clave muchas veces olvidado: la autoexploración testicular. “La autoexploración testicular es una herramienta sencilla y fundamental. Cualquier cambio o bulto debe ser motivo de consulta inmediata”, advierte el especialista.
“La autoexploración testicular es una herramienta sencilla y fundamental, cualquier cambio o bulto debe ser motivo de consulta inmediata”, Dr. José Antonio López Plaza
La detección temprana no solo mejora las posibilidades de tratamiento curativo, sino que evita intervenciones más agresivas. En este sentido, la revisión urológica no debe percibirse como una cita incómoda, sino como una inversión en salud a largo plazo.
Chequeos preventivos: el pilar de la salud masculina
Desde Olympia Quirónsalud explican que las revisiones urológicas de rutina deben incluir varias pruebas básicas. Entre ellas, una analítica de sangre con determinación del Antígeno Prostático Específico (PSA), una ecografía renovesicoprostática, y, si existen síntomas urinarios, una flujometría. Estas herramientas permiten detectar precozmente alteraciones prostáticas, renales o vesicales antes de que produzcan síntomas evidentes.
Sin embargo, el PSA no debe interpretarse de forma aislada. “El PSA es un marcador que debe interpretarse con cautela. No diagnostica por sí solo un cáncer de próstata, pero sí alerta de la necesidad de realizar estudios más específicos. Ante cualquier variación de sus niveles, siempre se debe consultar con un urólogo”, matiza el Dr. López Plaza.
El especialista recomienda repetir los chequeos cada dos años, siempre que los resultados sean normales y no existan factores de riesgo añadidos. Entre estos factores destacan los antecedentes familiares, el tabaquismo, la obesidad o el sedentarismo, todos ellos elementos que aumentan la probabilidad de desarrollar patologías urológicas o andrológicas.
El Dr. Víctor Díez Nicolás, jefe del Servicio de Urología de Olympia Quirónsalud, subraya la importancia de la medicina preventiva como enfoque global de bienestar: “El envejecimiento de la población y el aumento de la esperanza de vida hacen imprescindible que los hombres adopten una actitud proactiva. La revisión urológica debería considerarse una parte más del cuidado integral, igual que lo es la revisión cardiológica o digestiva”.
Andrología: la salud sexual sin tabúes
La salud sexual masculina constituye otro de los pilares fundamentales dentro de la urología moderna. La andrología aborda trastornos que afectan de manera directa la calidad de vida de los pacientes, pero que aún se enfrentan a un notable silencio social. “Los problemas más frecuentes en consulta son la disfunción eréctil, las alteraciones en la eyaculación, la infertilidad masculina y las anomalías en la morfología del pene”, detalla el Dr. López Plaza.
La función sexual, explica el urólogo, depende en gran medida del flujo sanguíneo. De ahí que las enfermedades metabólicas y cardiovasculares, como la diabetes, la hipertensión o la obesidad, tengan un impacto directo sobre la erección. “La potencia sexual depende del flujo sanguíneo, por lo que las enfermedades metabólicas y cardiovasculares, como la diabetes, la hipertensión o la obesidad, tienen un impacto directo en la función eréctil”, recalca.
Más allá del ámbito sexual, la disfunción eréctil puede ser un signo de alarma sobre la salud general del paciente. “Tradicionalmente, la disfunción eréctil se ha utilizado como un predictor de eventos cardiovasculares a diez años. Es una señal de alerta que no debe ignorarse”, advierte el especialista. En otras palabras, un problema en la esfera sexual puede anticipar un problema en el corazón.
Tradicionalmente, la disfunción eréctil se ha utilizado como un predictor de eventos cardiovasculares a diez años, es una señal de alerta que no debe ignorarse
Innovación y tecnología al servicio del diagnóstico
El avance tecnológico ha permitido desarrollar pruebas más precisas y menos invasivas. En los últimos años, el equipo de Urología y Andrología de Olympia Quirónsalud ha incorporado herramientas diagnósticas de vanguardia, como el eco-doppler peneano y la prueba de inyección intracavernosa de prostaglandinas, que permiten evaluar con gran exactitud la función vascular del pene.
Asimismo, en los casos que requieren intervención quirúrgica, los especialistas aplican técnicas cada vez más conservadoras. “En casos de alteraciones anatómicas como fimosis o curvaturas peneanas, se aplican técnicas quirúrgicas menos invasivas, con resultados estéticos y funcionales mejorados”, señalan desde el servicio.
Pero la innovación no se limita a la tecnología. También se amplía el enfoque terapéutico. “La salud mental influye directamente en la sexualidad. La ansiedad, el estrés o la baja autoestima pueden generar o agravar una disfunción eréctil. Por eso trabajamos con un enfoque multidisciplinar junto a psicólogos y sexólogos para abordar el problema desde todos los ángulos”, añade el Dr. López Plaza.
Infertilidad masculina: una mirada compartida
La infertilidad masculina es otro de los grandes temas de la andrología actual, y su abordaje requiere un enfoque conjunto con la pareja. El equipo de Olympia recomienda iniciar los estudios cuando la pareja lleva más de un año intentando concebir sin éxito. “El estudio masculino debe ir acompañado del estudio femenino, porque la infertilidad siempre debe analizarse desde una perspectiva de pareja”, explica el Dr. López Plaza.
En el caso del varón, el protocolo diagnóstico incluye un seminograma completo —para analizar la morfología y funcionalidad del semen— y una ecografía testicular que permite descartar causas anatómicas o inflamatorias. Esta evaluación integral se realiza en coordinación con los servicios de ginecología, radiología y bioquímica, lo que garantiza un diagnóstico preciso y tratamientos personalizados.
La infertilidad masculina, muchas veces silenciada o malinterpretada, empieza a ocupar el lugar que merece dentro del debate sobre salud reproductiva. Gracias a la divulgación y a los avances médicos, los hombres consultan antes y con menos prejuicios, un cambio que los especialistas consideran fundamental.
Educación y concienciación: el cambio de mentalidad
Ambos especialistas coinciden en que los hombres actuales muestran una actitud más responsable hacia su salud urológica y sexual. “Hace unos años los pacientes esperaban a tener síntomas. Hoy muchos acuden a consulta por prevención o por simple información”, afirma el Dr. Díez Nicolás. “Esto demuestra que la educación sanitaria está calando, y eso es un gran avance”.
“Hace unos años, los pacientes esperaban a tener síntomas, hoy, muchos acuden a consulta por prevención o por simple información”, Dr. Víctor Díez Nicolás
Desde el Servicio de Urología de Olympia Quirónsalud, se desarrollan campañas de sensibilización, jornadas informativas y materiales educativos dirigidos a la población masculina con el objetivo de fomentar la prevención. “Debemos enseñar qué es normal y qué no lo es. Solo con conocimiento se puede detectar a tiempo una patología y actuar antes de que sea grave”, subraya el jefe del servicio.
Una cita con la prevención que salva vidas
La revisión urológica no es solo una consulta médica; es una oportunidad de anticiparse a los problemas antes de que se manifiesten. Los avances diagnósticos y terapéuticos actuales permiten tratar la mayoría de los casos de cáncer de próstata, disfunción eréctil o infertilidad de manera eficaz y con una notable mejora en la calidad de vida del paciente.
Por eso, el mensaje de los especialistas es contundente: “A partir de los 50 años, todos los hombres deberían visitar al urólogo al menos una vez en la vida. El cáncer de próstata no avisa, pero nosotros sí podemos anticiparnos. Con las herramientas diagnósticas actuales, la mayoría de los casos se detectan a tiempo y pueden tratarse eficazmente sin comprometer la calidad ni la esperanza de vida”.
En definitiva, la prevención es la mejor aliada de la salud masculina. La autoexploración, los chequeos periódicos y una comunicación abierta sobre la sexualidad son pasos sencillos que pueden marcar la diferencia. Porque cuando se trata de salud, el silencio no protege; la información y la revisión sí lo hacen.
