El crecimiento de las energías renovables en la producción nacional y la fuerte dependencia de la energía extranjera serán las claves del futuro energético español
La ola de calor que acecha a España durante estos días ha incrementado el consumo del GWh. España alcanzaba el récord de los 770 GWh. Quizás esto sea más noticia en un momento en el que la electricidad y las energías y combustibles en general alcanzan una crisis nunca antes vista. España es un país que depende en su gran mayoría del gas a día de hoy para poder abastecer sobre todo en picos de tan alto consumo como este a la rede eléctrica de los españoles.
Y es que, el uso de ciclos combinados para obtener electricidad llegó al 36,3%, mientras que todas las fuentes de energías renovables tan solo sirvieron para abastecer el 31,8%. Es cierto que la mejora ha sido exponencial en los últimos años.
En 2021 la energía eólica fue la que más electricidad aporto al país en cuanto a producción, con un 22%, por encima de la energía nuclear, el gran abastecedor durante años del país. Pero, ¿por qué si España tiene estas cifras su situación es tan precaria en cuanto a abastecimiento de electricidad?
Alta dependencia en electricidad
España tuvo una dependencia del 75% en el año 2019 en cuanto a a consumo de electricidad, según estudios de Eurostat, o lo que es decir, nuestra producción nacional no sirve ni para abastecer a un tercio de la demanda de consumo del país. Es cierto que en años como en 2008 la dependencia era aún mayor (81%), sin embargo, no ha habido una evolución satisfactoria, y a pesar de que la producción nacional ha aumentado, el consumo lo ha hecho de una similar manera.
Y es que España, todavía invierte 50 veces más dinero público en combustibles fósiles en el extranjero que en las energías renovables, según un estudio de según una investigación de "Oil Change International y Overseas Development Institute". Se calcula que al mes gasta más de 3.000 millones de euros en importar energía, el récord absoluto desde que tuviera lugar la primavera árabe.
Las renovables tampoco aportan suficiente producción
Ellon Musk llegó a asegurar en un tweet que España debería de abastecer masivamente de energía solar a toda Europa, pero su desarrollo es aún muy temprano. Y es que en España las renovables alcanzan a duras penas el 43,6%, según Red Eléctrica en 2020 de producción nacional. Esto choca totalmente con la inversión que se está realizando en nuestro país. España es el 5º país del mundo en el que más se invierte en energías renovables según el Climatescope que cada año lleva acabo Bloomberg.
El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) tiene como meta para 2030 que España produzca el 74% de su energía con fuentes renovables. Pueden parecer cifras esperanzadoras, pero lo cierto es que cuestan muy caras a España. Y es que por cada mes que se continúa con este déficit energético a España le costaba unos 2.000 millones de euros.
En la actualidad con el gas y el petróleo fluctuando cada día es difícil de calcular, pero seguramente las cifras sean claramente mayores. La pandemia es cierto que ha acelerado este incremento en el déficit junto a la subida de precios por la guerra en Ucrania, pero ya se podía observar una al alza anteriormente.
España apuesta todo a la energía eólica y fotovoltaica
Hace ya unos años que España comenzó a apagar la gran mayoría de estaciones nucleares del país. Durante años esta fue la gran apuesta energética de España siendo la líder en producción. La apuesta por las energías renovables dejó de segundo lado a este tipo de producción energética. Sin embargo, fue demasiado temprana, ya que si esta lidera en la producción española es por la desaparición paulatina de la energía nuclear.
En Europa en países como Alemania o Francia, otras energías como la hidroeléctrica o el carbón suponen una gran parte de su producción nacional. En España aportan entorno a un 12% y un 2%, respectivamente. Esta última tuvo hace años un recorte histórico del 60% en su producción. Pero ¿es la situación de las plantas fotovoltaicas y eólicas tan favorable en España como para depender de ellas?
España es el quinto país del mundo en potencia eólica instalada, tan solo superada en Europa por Alemania. Cada año genera 27.446 MW y tiene 1.265 parques eólicos, según la Asociación Empresarial Eólica (AEE). Unas cifras que sorprenden ya que dejan a España como un país puntero en esta tecnología.
Sin embargo, la producción solar española no corre la misma suerte. A pesar de haber triplicado su producción en los últimos tres años, países como Alemania disponen de diez veces más de potencia instalada y aún dista de ser la producción que España neecsita.
Las instalaciones de autoconsumo como solución
En esta estadística es probablemente donde España tenga mayor potencial para la próxima década. En 2018 tan solo había 1.000 instalaciones de este tipo en España frente al millón de por ejemplo Alemania. A pesar de todo, la derogación del impuesto al sol que realizó el gobierno en aquel año, ha permitido el crecimiento en este sector.
Y es que en comparación a 2020, en 2021 se instalaron un 101,84% más de plantas de autoconsumo fotovoltaica. Además, desde ese año el gobierno a otorgado subvenciones y ayudas al autoconsumo y almacenamiento con un importe de al menos 660 millones según los últimos planes de recuperación que están permitiendo que España se ponga al día en este sector.