“El 60% del equipamiento tecnológico sanitario instalado en España tiene más de 10 años”
“Debemos avanzar hacia una industria 4.0 y apoyar de forma decidida programas de I+D+i”
La industria de la tecnología sanitaria no es ajena al proceso de digitalización. Este sector, clave para que España mantenga su posición como referente sanitario mundial, reclama mayores inversiones y un marco regulatorio más flexible. En un contexto post-Covid, Capital analiza la actualidad de este segmento con Margarita Alfonsel, secretaria general de la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria (Fenin).
¿Cómo puede superar España la obsolescencia que sufre en materia de tecnología sanitaria? ¿La inversión debe ser pública o privada?
Lo primero de todo, conviene señalar el contexto. Nuestro último informe “Perfil Tecnológico Hospitalario en España” pone de manifiesto que más del 60% del equipamiento tecnológico sanitario instalado en nuestro país tiene más de 10 años de antigüedad. El Gobierno ha dado un positivo paso para reducir este nivel de obsolescencia con la puesta en marcha del Plan de Inversión en Equipos de Alta Tecnología (Inveat), con una inversión pública de 796 millones de euros para la renovación y/o ampliación de equipos de “alta tecnología” entre 2021 y 2022, y en cuyo desarrollo ha colaborado Fenin.
Es un buen punto de partida, pero es necesario que las próximas fases y dotaciones de este plan incluyan a otras familias que no tienen esa catalogación pero que también realizan una aportación esencial para la calidad asistencial. Y, asimismo, darle continuidad con otras estrategias de renovación tecnológica estructurales más allá de 2023. Si no es así, volveremos a tener el mismo problema.
El Gobierno no parece dispuesto a bajar impuestos, sino, más bien, al contrario. ¿Qué les hace pensar que seguirá sus recomendaciones en materia de IVA?
Confiamos en que las Administraciones Públicas perciban la aplicación de un IVA reducido permanente (10%) como una medida económica eficiente, ya que permitiría ahorrar en torno a 1.000 millones de euros -según nuestras estimaciones- que se podrían revertir de forma finalista en el propio sistema sanitario. Por ejemplo, para realizar las inversiones en tecnología que nuestro Sistema Nacional de Salud (SNS) necesita para reducir el citado nivel de obsolescencia.
Así lo estamos transmitiendo en reuniones institucionales con las comunidades autónomas. Además de maximizar las capacidades de compra de los servicios de Salud de las comunidades autónomas, esta reducción del tipo impositivo permitiría liberar recursos hoy en día asumidos por los hospitales y los centros de salud.
¿Cuál es la clave para ganar competitividad en tecnología sanitaria?
Pese a los esfuerzos que ha realizado el sector y pese a tratarse de un tejido productivo esencial, la pandemia ha puesto de manifiesto la dependencia de mercados exteriores. Nuestras empresas de tecnología sanitaria tienen el conocimiento y el potencial para ser competitivas. Pero aún hay margen de mejora. Tan sólo necesitamos un marco que garantice instrumentos de apoyo estables en el tiempo.
Por ello, hemos pedido la puesta en marcha urgente de un Plan de Industrialización Nacional que promueva un tejido productivo sólido; incremente la capacidad productiva tanto para el mercado interior como exterior; fomente nuevas fórmulas de contratación pública que prioricen la compra por valor frente al precio; impulse la digitalización; apoye decididamente programas de I+D+i o expanda la “marca España de Tecnología Sanitaria” en el exterior, entre otras acciones. Hay que avanzar hacia un modelo de industria de Tecnología Sanitaria 4.0.
Se habla mucho de los fondos europeos como el “maná” que hará desaparecer gran parte de nuestros problemas. ¿Cómo se percibe esta inyección de liquidez desde la visión de la industria de la Tecnología Sanitaria?
No cabe duda de que los Fondos Next Generation EU, junto con otros mecanismos de financiación actualmente abiertos, son y serán de gran ayuda en la necesaria transformación que debe acometer el Sistema Nacional de Salud. Precisamente, desde Fenin hemos presentado un proyecto transformador (Proyecto País) a los ministerios de Sanidad, Ciencia y comunidades autónomas para, con el aprovechamiento de estos fondos y otras herramientas, construir un sistema sanitario más inteligente, sostenible y digital.
¿Qué previsiones maneja Fenin para el comportamiento de la industria en 2022? ¿Y para el año que viene?
Aunque estamos alcanzando cierta estabilidad tras la crisis sanitaria y económica y recuperando la “normalidad” en las actividades, la incertidumbre que ha marcado estos dos años de pandemia invita a no hacer previsiones. Cuando menos, debemos ser cautos. En 2021, el mercado nacional de tecnología sanitaria alcanzó una cifra de facturación de 9.500 millones de euros, lo que supone un aumento del 7,5% respecto a 2020.
También las exportaciones se incrementaron en un 4,3%. No obstante, el crecimiento no fue uniforme, debido a la propia heterogeneidad del Sector y a que el mercado siguió condicionado por el impacto de la Covid-19. Pero sí esperamos que se pueda mantener esta senda del crecimiento, y de forma homogénea en el sector.