Bank of America (BofA) ha adoptado una postura crítica en relación con la renta variable europea, alejándose del optimismo reinante en los mercados que ha surgido tras las recientes treguas comerciales. La entidad ha pronosticado una caída del 10% del índice Stoxx 600 y ha anticipado un crecimiento nulo en la eurozona, lo que podría llevar al Banco Central Europeo (BCE) a reducir los tipos de interés hasta el 1,25%.
Rubén Segura-Cayuela, economista jefe de BofA para Europa, ha expresado su desacuerdo con la percepción optimista de los mercados respecto a las últimas noticias comerciales. Considera que la actual configuración de los aranceles y la incertidumbre política a largo plazo son factores que, en conjunto, contribuirán a un estancamiento económico durante el segundo semestre de 2025, generando una inflación persistente y elevada. En este contexto, una gran reducción de los aranceles por parte de la Unión Europea sería necesaria para cambiar este pronóstico, aunque no se prevé que ocurra a corto plazo.
La guerra comercial provocará cierto debilitamiento del impulso del crecimiento mundial en el futuro
Por su parte, Sebastian Raedler, jefe de estrategia de renta variable europea en BofA, ha afirmado que la entidad mantiene una perspectiva negativa sobre la renta variable europea, subrayando una estrategia de infraponderación de los valores cíclicos en favor de los defensivos. Raedler ha detallado que, incluso si las tensiones comerciales se relajan y se mitigan los descensos en los indicadores de actividad mundial, la previsión de una caída del 10% para el Stoxx 600 persiste.
El informe de BofA también hace hincapié en el rendimiento de distintos sectores. Los sectores de alimentación y bebidas y servicios públicos han perdido casi la mitad de su ventaja anterior, lo que podría indicar un potencial alcista si se manifiestan signos de debilidad macroeconómica. En contraste, los sectores cíclicos como la banca y las aseguradoras están en máximos históricos, lo que los hace vulnerables a una posible expansión de las primas de riesgo y a un descenso en los rendimientos de los bonos. Además, el informe sugiere que los bienes de lujo podrían funcionar como coberturas cíclicas, dado que se anticipa un debilitamiento del impulso macroeconómico en el futuro.
