La Comisión Europea ha presentado estimaciones que sugieren una potencial reducción de hasta el 3,3% del PIB de Estados Unidos y del 0,6% en la Unión Europea para el año 2027, en el caso de que se implementen aranceles permanentes del 20% o se intensifiquen las represalias comerciales. Según los primeros análisis del Ejecutivo comunitario, se anticipa un impacto significativo, especialmente en la economía estadounidense.
El comisario europeo de Economía, Valdis Dombrovskis, destacó durante una rueda de prensa posterior a una reunión informal de ministros en Varsovia que “estas simulaciones no pueden ser totalmente precisas, pero muestran la tendencia general de que los aranceles son perjudiciales para la economía y para la prosperidad”
Dombrovskis enfatizó que “Europa no empezó ni quiere esta confrontación”, subrayando que “los aranceles van en contra de la lógica política y económica de una asociación comercial transatlántica profunda y duradera, valorada en 1,6 billones de euros en 2020”. Además, advirtió que, más allá de los efectos en las economías de ambos lados del Atlántico, el comercio mundial podría disminuir un 7,7% en tres años.
El comisario celebró la pausa de 90 días en los aranceles recíprocos superiores al 10% anunciada por la Administración estadounidense, considerándola como una oportunidad para las negociaciones, aunque también recordó que la UE está preparada para defender su economía. Indicó que, a pesar de la moratoria, los aranceles recíprocos del 10% siguen en vigor para muchos países, y que los aranceles del 25% sobre el acero y el aluminio, así como sobre los automóviles, no han sido eliminados.
En este contexto, los ministros de Economía y Finanzas de la eurozona, congregados en el Eurogrupo, han instado a aprovechar la pausa en la aplicación de aranceles a la UE para buscar un acuerdo “justo”. Esta discusión coincide con las declaraciones de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, quien mencionó la posibilidad de aplicar una tasa a las grandes tecnológicas estadounidenses como una posible represalia en caso de que las negociaciones fracasen.
