Canadá ha solicitado formalmente este lunes la celebración de consultas con Estados Unidos en el marco del sistema de resolución de diferencias de la Organización Mundial del Comercio (OMC). Este pedido se produce en relación con los aranceles impuestos por Washington a las importaciones de automóviles y sus componentes canadienses. Las autoridades canadienses argumentan que estas medidas podrían ser incompatibles con las obligaciones adquiridas por Estados Unidos bajo el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT) de 1994.
En respuesta a la situación, el primer ministro canadiense, Mark Carney, ya había anunciado el 3 de abril la imposición de aranceles de hasta el 25% a los vehículos fabricados en Estados Unidos que no cumplan con las normativas del T-MEC, el tratado comercial que Canadá mantiene con México. Sin embargo, estos aranceles no se aplicarán a las piezas y componentes utilizados en la producción de vehículos.
Las acciones de la Administración estadounidense quebrarán la economía mundial e impactarán negativamente el crecimiento económico global
Carney ha manifestado que considera necesario que la Casa Blanca cambie de rumbo ante el potencial daño que estas políticas podrían infligir a la economía estadounidense. A pesar de que Canadá logró evitar los aranceles mínimos del 10% impuestos por el expresidente Trump a la mayoría de los países, los aranceles del 25% aplicados al sector automotriz siguen generando preocupación.
El primer ministro, en un comunicado, aseguró: «Canadá responderá a los aranceles a la industria automotriz igualándolos al 25% sobre todos los vehículos importados de Estados Unidos que no cumplan con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte». Esta acción busca asegurar que la respuesta canadiense sea proporcional y en defensa de sus intereses comerciales.
