El presidente del BBVA, Carlos Torres Vila, ha destacado el aumento ininterrumpido de los precios de la vivienda en España como un «problema de primera magnitud». Durante su intervención en el Foro Gran Vía en Bilbao, instó a realizar cambios regulatorios para «flexibilizar y acelerar la conversión de suelo en producto terminado», señalando la diferencia entre la oferta y la demanda de viviendas como un desafío crítico.
La demanda supera la oferta de viviendas
Torres Vila explicó que actualmente España experimenta un crecimiento poblacional de 300,000 hogares al año, mientras que solo se construyen 150,000 a 160,000 viviendas anualmente. Esta discordancia ha llevado a un marcado desajuste entre la oferta y la demanda, resultando en un aumento sostenido de precios que, según Torres, «siguen creciendo a doble dígito». Esto, añadido al continuo crecimiento de la demanda impulsada por la inmigración, subraya la urgencia de abordar el problema.
Necesitamos cerrar el gap que ya existe entre oferta y demanda y, además, acompasar a la demanda que seguirá creciendo
El presidente del BBVA argumentó que una reforma regulatoria que facilite y agilice la conversión de terrenos en viviendas podría ser una solución viable al problema. Como ejemplo de las dificultades actuales, mencionó el proyecto Madrid Nuevo Norte, donde se ha tardado décadas en comenzar la construcción de viviendas debido a la rigidez del planeamiento urbanístico.
Un análisis de la economía y productividad española
Torres Vila también abordó la situación económica de España, destacando un crecimiento estimado del 3% para este año y del 2,4% para 2026, impulsado en gran medida por la demanda doméstica gracias al crecimiento de la población y la mejora en el empleo. Sin embargo, enfatizó que la productividad sigue siendo una «asignatura pendiente», constreñida por la formación de capital que se encuentra por detrás de otras economías.
El presidente de BBVA advirtió que si España no mejora su productividad, esto podría ser un «problema estructural muy grande». Además, aunque ha habido una expansión fiscal significativa gracias a los fondos europeos, la inversión sigue rezagada, un área en la que el entorno político también podría estar afectando de manera incierta.


