El secretario general de CCOO, Unai Sordo, ha expresado su indignación ante lo que califica como un «escándalo» por parte de ciertos responsables empresariales que, según él, están admitiendo públicamente las violaciones sistemáticas de la ley en materia de horarios de trabajo. Sordo ha destacado que esta actitud es visible en sectores como la construcción y el campo, donde algunos líderes empresariales reconocen no cumplir con los registros horarios debido a supuestas limitaciones técnicas.
Durante una comparecencia ante los medios tras reunirse con la ministra de Transición Ecológica y para el Reto Demográfico, Sordo describió como «absolutamente alucinante» que se esté reconociendo un fraude de ley de manera tan abierta y despreocupada. Señaló que estas declaraciones no provienen del presidente de la CEOE, Antonio Garamendi, pero sí de otros actores empresariales de relevancia. «Me parece absolutamente alucinante que se diga con esta alegría», recalcó Sordo.
El líder sindical subrayó la necesidad de implementar mejoras en los sistemas de control horario como un medio para garantizar el cumplimiento legal. Concluyó que no cumplir con la legislación laboral representa un fraude a los trabajadores, al fisco y fomenta una competencia desleal.
Para Sordo, estas medidas no solo beneficiarían a los trabajadores, sino que también deberían ser de interés para aquellas empresas que sí están cumpliendo con estos controles
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Indignación por el incumplimiento de la ley laboral
Por otro lado, Fernando Luján, vicesecretario general de Política Sindical de UGT, defendió el registro horario como una forma de cumplimiento de la ley vigente en los convenios colectivos. Luján expresó su confianza en que el Ministerio de Economía no sea cómplice de ningún incumplimiento legal relacionado con la normativa del registro horario de 2019.
Luján también abordó las dificultades técnicas que algunos sectores esgrimen para justificar su reticencia a implementar sistemas de registro horario. Indicó que, si la tecnología permite arar con precisión o detectar bancos de pesca en cualquier punto del océano, también debería ser posible mantener un registro horario digital en cualquier sector laboral.
Luján criticó que se utilice la protección de datos como excusa para detener el avance hacia un control horario digital más eficaz
. Además, alertó sobre el impacto financiero de las horas extraordinarias no remuneradas, que privan a los trabajadores de más de 3,200 millones de euros anuales en salarios y afectan negativamente a la Seguridad Social y la Hacienda Pública.
