El secretario de Comercio de Estados Unidos, Howard Lutnick, ha manifestado recientemente la posibilidad de que los aranceles que entrarán en vigor desde este martes para las importaciones procedentes de Canadá y México sean inferiores al 25% inicialmente anunciados por Donald Trump. Lutnick aseguró que ambos países han realizado “un trabajo razonable” en cuestiones fronterizas y destacó que el presidente todavía está evaluando cómo proceder en este asunto.
Durante una entrevista en la cadena Fox, Lutnick comentó: “Han hecho mucho. Así que ahora mismo (el presidente Trump) está pensando exactamente cómo quiere jugar con México y Canadá”. Al ser questionado sobre la aplicación de los aranceles, el secretario admitió que se trata de una “situación fluida” y que la decisión final corresponde al presidente. Añadió que ambos países han estado en comunicación con Trump sobre el tema.
El presidente está pensándolo, creo que habrá aranceles el martes para México y Canadá
Por otro lado, Trump reiteró su ultimátum para imponer estos aranceles en vista de lo que él considera niveles “inaceptables” de drogas que entran desde estos países. Sin embargo, Lutnick dejó abierta la posibilidad de un aplazamiento si las naciones implicadas logran avances en la lucha contra el tráfico de fentanilo y en la mejora de la seguridad fronteriza.
Un estudio del prestigioso Instituto Peterson de Economía Internacional estimó que la implementación de un arancel del 25% sobre la mayoría de las importaciones de México y Canadá, junto con un incremento del 10% en las importaciones de bienes desde China, podría costar más de 1.200 dólares (1.156 euros) en promedio por hogar al año. Este impacto sería el mayor aumento de impuestos en al menos una generación, desde 1993 o antes.
Los gobiernos extranjeros tomarán represalias, por lo que futuras olas de aranceles aumentarán estos costes
El análisis destaca que las represalias de gobiernos extranjeros podrían generar un aumento adicional en los costes para los consumidores, así como otros daños económicos relacionados, incluyendo una desaceleración en el crecimiento y complicaciones en la cadena de suministro. A pesar de que posibles movimientos en el tipo de cambio podrían mitigar el impacto, la evidencia sugiere que estos efectos son limitados, como se demostró durante la guerra comercial entre EE.UU. y China entre 2018 y 2019, donde fueron los compradores estadounidenses quienes realmente absorbieron la carga impositiva de los aranceles.
