El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha revelado su intención de duplicar las tarifas arancelarias sobre las importaciones de acero, aumentando del 25 por ciento al 50 por ciento el gravamen vigente desde el 12 de marzo. Esta decisión fue anunciada durante un mitin en la planta siderúrgica de US Steel, situada en Pensilvania, donde Trump destacó la relevancia de esta medida para la seguridad de la industria siderúrgica estadounidense.
Trump aseguró que este incremento arancelario beneficiará al sector del acero estadounidense y protegerá así los empleos en la industria, que ha estado bajo su protección a través de tarifas aduaneras. Durante su discurso, el mandatario enfatizó que el aumento en las importaciones de acero en los últimos años ha alcanzado niveles “increíblemente altos” y reiteró su compromiso por evitar el uso de acero de baja calidad.
El futuro de Estados Unidos no se construirá con acero de mala calidad de Shanghai
Asimismo, el presidente hizo un llamado a la producción local, manifestando su deseo de que el acero utilizado en el país provenga de lugares emblemáticos como Pittsburgh, subrayando que esta decisión representa una inversión de miles de millones de dólares en nuevo equipamiento.
Los aranceles, que permanecían estables desde marzo, han sido objeto de controversia, especialmente tras las tensiones con China, a quien Trump acusó de “violar” la tregua arancelaria pactada recientemente. Además, amenazó a la Unión Europea con aumentar los aranceles al 50 por ciento en todas sus exportaciones, medidas que se esperan que tomen efecto a partir del 1 de junio.
Por otro lado, un tribunal había suspendido recientemente la mayoría de los aranceles impuestos por la administración Trump, aunque esta suspensión fue temporal y rápidamente revertida por un tribunal de apelaciones, lo que refleja el ambiente de incertidumbre en torno a la política comercial estadounidense.
