La falta de talento cualificado se ha convertido en una preocupación central para el crecimiento de la productividad en España. Según el ‘Consenso Económico y Empresarial’ de PwC para el cuarto trimestre de 2025, el 98% de los expertos, empresarios y directivos coinciden en que esta carencia es una causa determinante, con un 48,8% señalándola como el «motivo principal».
Impacto del sistema educativo y la formación profesional
El estudio, que incorpora la opinión de un panel de más de 450 expertos, explora la desconexión entre el sistema educativo y las necesidades del mercado laboral como «problema estructural» de España. Un 43% de los panelistas considera que esta «escasa conexión» es fundamental para entender el déficit de talento cualificado. Además, el 21% resalta la «insuficiente inversión en formación» y la falta de preparación de los docentes para enfrentar los retos tecnológicos actuales.
El 62% de los encuestados mantiene «una visión positiva» sobre el impacto de la Inteligencia Artificial en el mercado laboral
, al considerar que puede generar nuevas oportunidades, siempre que el sistema educativo español se adapte con celeridad.
Variables laborales y regularización de inmigrantes
Otros aspectos abordados en el consenso son la temporalidad y la rotación en el mercado laboral. Con respecto a la temporalidad, el 58% de los encuestados señala que, aunque ha disminuido, sigue complicando la formación de los trabajadores. En cuanto a la rotación, un significativo 80% coincide en que los constantes cambios laborales perjudican la formación, tal como indica el Banco de España, que menciona que más de 3,4 millones de personas cambian de situación laboral trimestralmente.
El consenso también indaga sobre un posible impacto positivo de una regularización extraordinaria de inmigrantes. Casi la mitad de los encuestados considera que podría ser beneficiosa para rejuvenecer y mejorar la estructura laboral, siempre que esté acompañada de políticas integradoras y de formación profesional. Sin embargo, para un 36%, el impacto sería nulo sin una reforma educativa y laboral adecuada.
En cuanto a la coyuntura económica española, el optimismo prevalece. Un 74% de los encuestados califica el momento como «bueno», y el 81% anticipa estabilidad a comienzos de 2026. Se proyecta un crecimiento del PIB del 2,2% para ese año, con confianza en la evolución de la demanda familiar y la estabilidad en las exportaciones.
No obstante, el campo de la vivienda presenta una visión menos alentadora; el 44% de las familias esperaba demandar más viviendas, pero esta expectativa ha caído al 31%, indicando un cambio de tendencia desde junio.


