La Junta de Gobierno del Banco de México ha decidido continuar con la política de reducción de tipos de interés, aplicando un recorte de 25 puntos básicos que sitúa la tasa en el 7,25%. Esta decisión responde a varios factores críticos que afectan la economía del país.
Entre las razones para esta medida, Banxico destaca «el comportamiento del tipo de cambio» y «la debilidad que ha mostrado la actividad económica». Estos elementos son cruciales en el contexto de la economía mexicana actual.
Los cambios de política económica por parte de la administración estadounidense siguen añadiendo incertidumbre a las previsiones
Este escenario, influido por las acciones del presidente estadounidense Donald Trump, podría ejercer presiones inflacionarias significativas. El banco central mexicano se enfrenta al desafío de ajustarse a las políticas comerciales internacionales, especialmente los aranceles, que intervienen en las previsiones macroeconómicas.
Banxico estima que la inflación general logrará converger a la meta en el tercer trimestre de 2026. Sin embargo, se vislumbran riesgos como la depreciación del peso mexicano y las presiones de costos relacionadas con factores geopolíticos, comerciales y climáticos.
La tasa de inflación en septiembre fue del 3,76%, lo cual será evaluado por los miembros de la Junta para considerar futuros recortes en la tasa de referencia. La institución analizará cuidadosamente los efectos de todos los determinantes de la inflación en el corto plazo.
