El Banco de España ha anunciado su intención de llevar a cabo en 2025 actuaciones de supervisión más intrusivas sobre las entidades que están bajo su vigilancia directa. Esta medida busca garantizar el cumplimiento estricto de los requerimientos y recomendaciones del organismo, como se detalla en el informe de supervisión de 2024, publicado recientemente.
La labor de supervisión recae principalmente sobre las entidades menos significativas (LSI), que son aquellas de menor tamaño, mientras que el Banco de España también apoya al Banco Central Europeo (BCE) en la vigilancia de las entidades significativas (SI), que abarcan a los bancos más grandes. Para las LSI, se han establecido prioridades que incluyen riesgos geopolíticos, sostenibilidad y tecnologías, además de otros aspectos considerados relevantes debido a sus “riesgos idiosincráticos”.
Algunas de las prioridades para 2025 incluyen la vigilancia sobre deficiencias en la concesión de crédito, así como un seguimiento del cumplimiento contable y de políticas de coberturas. También se llevará a cabo una revisión de carteras potencialmente vulnerables, especialmente en relación al impacto de la DANA ocurrida en octubre de 2024 sobre determinadas entidades.
El Banco de España seguirá monitoreando los planes de acción requeridos para corregir deficiencias identificadas en revisiones anteriores, así como la adecuación a la normativa DORA. En el ámbito de la gobernanza, se buscará asegurar la suficiencia de recursos y la valoración de la composición de los consejos de administración.
Se ha producido un aumento notable en las decisiones relacionadas con gobernanza
En cuanto a la gobernanza, el informe señala un descenso ligero en el número de decisiones del BCE dirigidas a entidades españolas en 2024 en comparación con 2023, aunque con un enfoque renovado en aspectos de gobernanza. Se ha enfatizado la transparencia en el mercado de remuneraciones y la importancia de la diversidad en la composición del consejo de administración, así como la necesidad de mantener un adecuado control de riesgos dentro de las organizaciones.
Respecto a las entidades menos significativas, se identifican debilidades en la gobernanza, como una «falta de equilibrio» de género y una edad media elevada de los miembros del consejo, junto con una «insuficiente calidad de las actas.»
En el área del riesgo crediticio y operacional, el supervisor corroboró que los grandes bancos han logrado mantener bajos niveles de activos dudosos, una mejora notable respecto a años anteriores. Sin embargo, se identificaron exposiciones dudosas en algunos sectores que requieren una estrategia de reducción. En consecuencia, se han impuesto requerimientos adicionales de capital a ciertas entidades significativas para que puedan cubrir adecuadamente contingencias y gastos legales.
Las acciones previstas del Banco de España para 2025 reflejan su compromiso con la salud financiera y la estabilidad del sector bancario español, enfocándose en el cumplimiento normativo y en la mitigación de riesgos.
