La nueva política arancelaria de Estados Unidos podría tener un impacto significativo en la economía Europea, según un artículo publicado por el Banco Central Europeo (BCE). El informe, elaborado por las economistas Clémence Berson, Claudia Foroni, Vanessa Gunnella y Laura Lebastard, examina cómo el redireccionamiento de las exportaciones de China hacia Europa podría intensificar la competencia para los productores de la eurozona.
El estudio revela que el aumento de la competencia china en los mercados globales ha afectado al mercado laboral de la zona euro. Desde hace unos años, China ha avanzado en la cadena de valor, compitiendo no solo en bienes de bajo coste, sino también en sectores de alto valor añadido. Esta situación representa «un desafío cada vez mayor para las empresas europeas».
Ante el aumento de los aranceles estadounidenses sobre productos chinos, las economistas advierten que «es probable que la actual política comercial estadounidense y la imposición de aranceles incrementen la competencia china». El riesgo reside en que estas políticas podrían empujar a las empresas chinas a redirigir su comercio hacia Europa.
El aumento de las importaciones chinas, junto con la competencia en sectores de alto valor añadido, podría tener serias repercusiones en el mercado laboral
Especialmente en sectores como el automovilístico y el químico, donde la demanda laboral ya se ha visto afectada. Entre 2019 y 2024, se estima que la demanda en la industria automovilística cayó un 55%, mientras que en el sector químico la caída fue del 95%.
Además, el informe destaca que «un aumento de 1.000 euros en las importaciones procedentes de China por trabajador en un sector entre 2015 y 2022 supone una caída de 0,1 puntos porcentuales en la tasa de empleo de dicho sector», lo que podría traducirse en la pérdida de aproximadamente 240.000 empleos en la eurozona.
El BCE concluye que, a pesar de las posibles ventajas competitivas en el mercado estadounidense, la zona euro debe adaptarse a un entorno cada vez más competitivo globalmente. Mientras que a largo plazo los ajustes salariales y la movilidad laboral podrían equilibrar el empleo total, a corto plazo, las perturbaciones comerciales podrían provocar desplazamientos de empleos y desafíos para las empresas. En consecuencia, se hace un llamado a que las empresas europeas se preparen para estos cambios inevitables en el mercado global.
