El Congreso ha rechazado este martes la toma en consideración de una proposición de ley presentada por Esquerra Republicana (ERC), que proponía la creación de un impuesto progresivo sobre la acumulación de bienes inmobiliarios a partir de la tercera vivienda. Esta propuesta fue apoyada por el PSOE, Sumar, Bildu, Podemos, BNG, Compromís y el exministro José Luis Ábalos, pero fue rechazada por PP, Vox y UPN debido a que formaciones como Junts, PNV y Coalición Canaria optaron por la abstención.
La iniciativa de ERC buscaba imponer un impuesto con una progresión del 4% al 8% desde la tercera a la quinta vivienda, sumando un 5% adicional por cada inmueble a partir del quinto. El portavoz de ERC, Gabriel Rufián, defendió la propuesta en el Congreso, argumentando que la vivienda se ha convertido en el principal problema del país, con preocupantes incrementos de precio que superan el aumento de otros bienes básicos.
Según Rufián, «si el pan hubiera subido lo mismo que la vivienda, hoy una barra de pan costaría trece euros». Además, destacó que el mercado inmobiliario se ha transformado en un «refugio inversor» para los ricos, mientras el 45% de quienes viven de alquiler enfrentan situaciones de pobreza. En este sentido, el miembro de ERC enfatizó que los impuestos son la mejor herramienta para regular el mercado y contener la especulación.
Quien quiera hacerse rico con casas, que pague
A pesar del respaldo de varias fuerzas políticas, la abstención de Junts, PNV y Coalición Canaria resultó decisiva para el rechazo de la propuesta. La iniciativa generó un amplio debate sobre la necesidad de intervenir en los precios de la vivienda y establecer mecanismos que eviten que se conviertan en simple objeto de inversión. Esta discusión pone en relieve la disparidad de opiniones políticas en torno a la regulación del mercado inmobiliario y las medidas necesarias para solucionar los problemas de acceso a la vivienda.
