El déficit público de España se reducirá notablemente en los próximos años, gracias al dinamismo de los ingresos públicos y a una contención progresiva del gasto, según cálculos de BBVA Research publicados este viernes. Las estimaciones indican una caída del déficit del 3,2% del PIB en 2024 al 2,6% este año, y hasta el 2,2% en 2026. Estas cifras son ligeramente diferentes a las del Gobierno, que proyecta que el déficit cerrará en el 2,5% para 2023 y bajará al 2,1% en 2026.
Previsiones de ingresos y gastos
BBVA Research anticipa un aumento de los ingresos públicos de 0,4 puntos del PIB en 2025 y de 0,1 puntos en 2026. Este crecimiento estará impulsado por la recuperación económica y con medidas fiscales implementadas a finales de 2024, como las relacionadas con el Impuesto sobre Sociedades y las cotizaciones sociales. En cuanto al gasto, se espera una reducción de 0,2 puntos del PIB en 2025 y 0,4 puntos en 2026, gracias a la finalización de medidas extraordinarias asociadas a la DANA y a la moderación del crecimiento del gasto primario.
El cumplimiento de las reglas fiscales permitiría situar el gasto público en torno al 44,9% del PIB en 2026
Hasta agosto de 2025, el déficit acumulado -excluyendo corporaciones locales- se situaría en el 3,1% del PIB. Descontando el gasto extraordinario de la DANA, el déficit ajustado sería del 2,5%. En el mismo periodo, los ingresos públicos crecieron un 7,4% interanual, impulsados por la recaudación de impuestos sobre renta y cotizaciones sociales. El gasto público, por su parte, aumentó un 5,3%, destacándose subvenciones, prestaciones sociales e inversión. El gasto relacionado con la DANA representó un 0,4% del PIB hasta septiembre de 2025, principalmente en el primer semestre del año.
Evolución de la deuda pública
En 2026, la deuda pública española podría reducirse al 99,5% del PIB. BBVA Research estima que el gasto primario neto crecerá a un ritmo medio del 3,4% entre 2025 y 2030. Esto es ligeramente superior al objetivo del Plan Fiscal y Estructural, que exige un crecimiento del 3%. No obstante, el BBVA advierte que la reducción del diferencial entre el crecimiento económico y el coste de financiación de la deuda supone un factor de vulnerabilidad a medio plazo.
