El Gobierno de España se prepara para aprobar la prórroga de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) del 2023 durante el último Consejo de Ministros del año. Según el artículo 134.4 de la Constitución Española, si no se aprueban nuevos presupuestos antes de iniciar un nuevo ejercicio económico, los actuales se prorrogan automáticamente. Así, los PGE de 2023 se extenderán al 2026, debido a la falta de nuevas cuentas públicas para 2024 y 2025.
La prórroga presupuestaria no es un procedimiento inédito en la democracia española, habiendo ocurrido previamente en varias ocasiones, incluidos los años 1978, 1982, 1995, 2011, y más recientemente entre 2016 y 2018. Sin embargo, el actual clima político, acentuado por la ruptura con Junts, complica la obtención de apoyo suficiente en las Cortes Generales para la aprobación de nuevas cuentas para 2026.
El objetivo del Gobierno es presentar un nuevo proyecto de presupuestos en el primer semestre del próximo año, con el fin de lograr su aprobación definitiva.
Paralelamente, el Ejecutivo ya ha establecido un «techo de gasto» récord de 216.177 millones de euros para el Estado en 2026. Este límite, junto a la senda de déficit y deuda, está siendo evaluado pese al rechazo inicial del Congreso. Según lo planificado, el déficit del conjunto de administraciones disminuirá gradualmente del 2,1% en 2026 al 1,6% en 2028. La deuda pública también refleja una tendencia decreciente, pasando del 100,9% del PIB en 2026 al 99,1% en 2028.
La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha declarado que los Presupuestos de 2026 serán «expansivos y responsables»
Montero enfatiza la necesidad de percibir los nuevos presupuestos como una prioridad para todos los grupos políticos, subrayando la búsqueda de un consenso que permita trasladar estabilidad y confianza a los hogares españoles.


