El mercado inmobiliario español presenta un mapa muy desigual cuando se trata de viviendas de lujo, aquellas cuyo precio supera el millón de euros. Según un estudio publicado por el portal Idealista con datos a 1 de agosto de 2025, seis provincias concentran el 84% de toda la oferta nacional en este segmento: Málaga, Baleares, Madrid, Alicante, Barcelona y Girona. Esta alta concentración geográfica refleja el peso que tienen determinadas zonas turísticas, costeras y grandes ciudades en la demanda de inmuebles de alto standing.
En total, España cuenta actualmente con 43.707 viviendas en venta con precios por encima del millón de euros. Baleares lidera el ranking con una participación del 23% del total nacional. Esta posición privilegiada se explica por su atractivo internacional, el alto poder adquisitivo de buena parte de su clientela -tanto nacional como extranjera- y un mercado caracterizado por la escasez de suelo disponible, lo que eleva los precios de forma significativa.
En segundo lugar se sitúa Málaga, que concentra el 20% de estas propiedades de lujo. La Costa del Sol, con destinos tan reconocidos como Marbella, Estepona o Benahavís, es un imán para inversores y compradores de alto nivel económico, especialmente procedentes del norte de Europa y Oriente Medio.
Madrid ocupa la tercera posición con un 14% de las viviendas de más de un millón de euros. La capital española, además de ser un centro político y financiero, cuenta con barrios y zonas residenciales de gran exclusividad como La Moraleja, El Viso o Chamberí. La oferta en esta provincia responde tanto a la demanda de viviendas unifamiliares en zonas periféricas como a apartamentos de lujo en el centro urbano.
Alicante y Barcelona empatan en el cuarto puesto, cada una con un 11% del total nacional. Alicante, especialmente en la zona de la Costa Blanca, ha experimentado un fuerte crecimiento del segmento premium gracias a la llegada de compradores extranjeros. Barcelona, por su parte, combina el atractivo de una gran capital con un mercado inmobiliario que ofrece desde apartamentos con vistas al mar hasta casas modernistas en zonas emblemáticas.
Girona, con un 6% de la oferta, completa el grupo de provincias con mayor número de viviendas de lujo, gracias en gran medida al magnetismo de la Costa Brava, que combina paisajes naturales únicos con una arquitectura de alto valor y gran privacidad.
A continuación en el ranking figura Santa Cruz de Tenerife, con el 3% del total, seguida por Cádiz y Valencia, ambas con un 2%. Granada, Las Palmas, Pontevedra, Guipúzcoa y Vizcaya mantienen cuotas menores pero relevantes dentro de sus mercados locales.
En el extremo opuesto se encuentran provincias donde este tipo de viviendas prácticamente no existe. Zamora, por ejemplo, no cuenta con ninguna propiedad anunciada por encima del millón de euros. Palencia y Soria apenas suman dos cada una, y Cuenca solo tres. Otras provincias como Salamanca, Badajoz, Burgos y León tienen 11 propiedades cada una en este rango de precio, lo que evidencia una presencia muy residual del mercado de lujo.
El informe también analiza el segmento del "ultralujo", compuesto por viviendas cuyo precio supera los tres millones de euros. En este caso, la concentración es aún más pronunciada: de las 8.725 propiedades disponibles en España, Baleares acapara 3.005 anuncios (34% del total) y Málaga 2.721 (31%). Entre ambas suman casi dos tercios de toda la oferta nacional. Madrid ocupa el tercer lugar con 1.021 propiedades (12%), seguida de Barcelona (535; 6%), Alicante (447; 5%), Girona (293; 3%) y Santa Cruz de Tenerife (245; 3%).
En nueve provincias españolas no hay ninguna vivienda en el mercado con un precio superior a los tres millones de euros, lo que refleja que este nicho se concentra de forma muy acusada en destinos de alto atractivo turístico y en los principales núcleos económicos del país.
Este panorama revela que el mercado inmobiliario de lujo en España no solo está en manos de unas pocas provincias, sino que además presenta una segmentación muy clara: por un lado, zonas costeras y turísticas con fuerte demanda internacional, y por otro, grandes ciudades que atraen inversión de alto nivel. El resultado es un mapa desigual que condiciona tanto la oferta como el comportamiento de los precios en este segmento exclusivo.
