Economía

El plan de Iberdrola para invertir 28.000 euros en dividendos: una apuesta por la rentabilidad y la estabilidad

Iberdrola destinará hasta 20.000 millones de euros en dividendos entre 2025 y 2028, con un mínimo de 0,64 € por acción y un payout del 65% al 75%

Iberdrola compra 30% de Neoenergia a Previ por 1.880 millones y controlará el 84% de la filial brasileña
Por Redacción Capital

Iberdrola ha trazado una ambiciosa hoja de ruta que no solo apuesta decididamente por el crecimiento en redes y energías renovables, sino también por una sólida política de retribución al accionista. En su recién presentado Plan Estratégico para el periodo 2025-2028, la eléctrica ha anunciado que destinará casi 20.000 millones de euros al pago de dividendos, reafirmando así su compromiso con los inversores y consolidando su posición como una de las compañías del sector energético más atractivas para quienes buscan rentabilidad a largo plazo.

Pero ¿qué significa este plan para un accionista individual? Supongamos que un pequeño inversor decide seguir de cerca los movimientos del grupo y realiza una inversión de 28.000 euros en acciones de Iberdrola. Si se mantiene la política de destinar entre el 65% y el 75% del beneficio neto ajustado a dividendos, con un mínimo garantizado de 0,64 euros por acción hasta 2028, este inversor podría beneficiarse notablemente del crecimiento esperado.

Según las proyecciones presentadas por la compañía durante su Capital Markets Day en Londres, Iberdrola prevé alcanzar un beneficio neto ajustado de 7.600 millones de euros en 2028, lo que supone un aumento de 2.000 millones respecto al récord de 5.530 millones registrado en 2024. Con estas cifras, el dividendo por acción podría incluso superar el mínimo previsto, especialmente si se mantiene el actual crecimiento de beneficios.

Este plan de retribución se sostiene sobre una base financiera sólida: una generación de 52.000 millones de euros en flujo de caja durante el periodo 2025-2028 y un modelo de negocio cada vez más centrado en activos regulados. Iberdrola ha decidido reorientar su estrategia para convertirse en una empresa más estable y menos expuesta a la volatilidad de los precios energéticos. En 2028, el 75% del EBITDA no dependerá del mercado energético, gracias a la creciente aportación de las redes reguladas y los contratos a largo plazo en generación.

Para lograr estos objetivos, Iberdrola invertirá 58.000 millones de euros hasta 2028, un 30% más que en el periodo 2021-2024. De esa cifra, 37.000 millones se destinarán al negocio de redes, considerado como el verdadero motor de crecimiento. El Reino Unido será el principal receptor de estas inversiones, con 20.000 millones, seguido de Estados Unidos con 16.000 millones. En total, dos tercios del esfuerzo inversor se concentrarán en estos dos mercados, considerados por la compañía como entornos estables, con marcos regulatorios atractivos y rentabilidades medias del 9,5% en redes.

El crecimiento de la base de activos regulados será significativo: se espera que pase de los 50.000 millones actuales a 70.000 millones de euros en 2028, y a 90.000 millones en 2031. Este crecimiento proporcionará ingresos estables a largo plazo, permitiendo mantener una política de dividendos creciente y predecible.

En el caso de la inversión individual de 28.000 euros, el retorno vía dividendos podría suponer entre un 4% y un 6% anual, dependiendo de la evolución del precio de la acción y del porcentaje de beneficio destinado al reparto. A ello habría que sumar la posible revalorización del valor bursátil, impulsada por el crecimiento del beneficio operativo, la expansión internacional y la consolidación del modelo regulado.

Este plan se apoya también en la confianza del mercado y la buena salud financiera del grupo. Iberdrola mantiene una sólida calificación crediticia ‘BBB+’, con un 73% de su deuda a tipo fijo y a largo plazo, lo que protege a la compañía frente a los riesgos de los tipos de interés. Además, la energética ya ha completado una ampliación de capital de 5.000 millones de euros y tiene en marcha un plan de rotación de activos y alianzas valorado en 13.000 millones, de los cuales el 75% ya se ha ejecutado.

Con un enfoque estratégico que prioriza mercados seguros, inversiones rentables y una gestión financiera prudente, Iberdrola no solo acelera su contribución a la transición energética global, sino que también refuerza su compromiso con los accionistas. Para quienes buscan una inversión sólida y con visión de futuro, el plan de Iberdrola para los próximos años, incluida su política de dividendos, se presenta como una oportunidad atractiva en un entorno energético global en constante transformación.

Iberdrola desvela nueva estrategia para potenciar sus inversiones en redes eléctricas este miércoles

Únete a nuestra Newsletter

A través de nuestra Newsletter con Capital te hacemos llegar lo más importante que ocurre en el mundo de la #economía, los #negocios, las #empresas, etc… Desde las últimas noticias hasta un resumen con toda la información más relevante al final del día, con toda comodidad.