El Senado de Estados Unidos ha rechazado un proyecto de ley de financiación para reabrir temporalmente el Gobierno federal. Este proyecto, que había obtenido el apoyo de tres senadores demócratas, buscaba extender la financiación hasta el 21 de noviembre, pero se quedó a seis votos del mínimo necesario para avanzar. El gobierno federal ya lleva diez días cerrado debido a la falta de acuerdo en el Congreso. Según informó The Hill, los senadores demócratas John Fetterman de Pensilvania, Catherine Cortez Masto de Nevada y el independiente Angus King de Maine, que forma parte de la bancada demócrata, votaron a favor.
Por otro lado, el senador republicano Rand Paul, de Kentucky, votó en contra del proyecto. Paul también se ha opuesto al uso de poderes de guerra contra los cárteles en México, junto a la senadora republicana Lisa Murkowski de Alaska. Pese a este revés, John Thune, líder de la mayoría republicana en el Senado, presentó una moción para reconsiderar la medida inmediatamente después de la votación. Esto ofrece cierta flexibilidad a su bancada para volver a presentar el proyecto en otro momento.
El resultado de la votación en el Senado repite el bloqueo ya visto en el intento republicano de reabrir el gobierno a inicios de la semana. Chuck Schumer, líder de la minoría demócrata, afirmó que cada día que pase sin acuerdo beneficia a su partido, que está enfocado en defender la inversión pública en salud. Según sus declaraciones en Punchbowl, "cada día de impás gubernamental que pasa es mejor para su partido". Ante estas declaraciones, el vicepresidente JD Vance calificó de "sentimiento vil" la postura de Schumer, comentando que es "mejor para Schumer, peor para los estadounidenses" en sus redes sociales.
Thune afirmó que cuanto más se prolongue la situación, más conscientes serán los estadounidenses de que los demócratas son responsables del cierre. "Esto no es un juego político", subrayó, alegando que los demócratas piensan así. Mientras tanto, Chris Murphy, senador demócrata por Connecticut, defendió la postura de su grupo: "Tenemos un trabajo que hacer: proteger a este país de un deslizamiento hacia el autoritarismo y a nuestros electores de enormes aumentos de costos".
Los cierres duelen, sí, pero la gente morirá a finales de este año cuando 4 millones de personas pierdan su seguro médico
Los republicanos, que controlan ambas cámaras del Congreso, insisten en mantener la presión, aunque su limitada mayoría en el Senado permite a los demócratas maniobrar. Esto es más notorio en cuestiones relacionadas con el programa de salud Obamacare, criticado por la Administración Trump. Pese a su retórica antiinmigración, cabe destacar que los migrantes indocumentados no pueden beneficiarse de los subsidios de este programa.
