La industria de los cruceros atraviesa uno de sus momentos más exitosos y de mayor crecimiento a nivel global y, particularmente en España. Las cifras más recientes reflejan un auge sin precedentes tanto en el número de pasajeros como en la llegada de buques a los principales puertos turísticos. Este fenómeno no solo está transformando el panorama del turismo marítimo, sino también generando un importante debate sobre su sostenibilidad y su impacto en las comunidades receptoras.
Según datos de Puertos del Estado, entre enero y julio de 2025, llegaron a puertos españoles más de 7,5 millones de cruceristas, lo que representa un crecimiento del 16,5% respecto al mismo periodo del año anterior. Durante ese mismo intervalo, el número de buques de crucero ascendió a 2.796, un 22% más que en 2024. Estas cifras ponen de manifiesto una recuperación total del sector tras los años más duros de la pandemia, y un crecimiento sostenido que parece no tener techo.
Entre los puertos que más destacan en este fenómeno se encuentra Barcelona, que lidera el ranking con 2,1 millones de pasajeros, lo que representa un incremento del 12%. Le siguen Baleares (1,4 millones y +9,4%), Las Palmas (1,2 millones y +23,8%) y Santa Cruz de Tenerife (893.594 y +33,4%). Este crecimiento también se traduce en un mayor número de cruceros recibidos, donde Barcelona y Las Palmas destacan con 463 y 459 buques, respectivamente, seguidos de cerca por Baleares (428) y Santa Cruz de Tenerife (402).
Este impulso no se limita al mercado español. Según la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA), la industria global espera un aumento del 8,9% en el número de pasajeros en 2025, junto con la incorporación de 11 nuevos barcos a la flota mundial. Mirando a más largo plazo, se prevé la construcción de 56 nuevos cruceros oceánicos para 2036, con una inversión estimada de 56.800 millones de dólares, una clara señal de confianza en el futuro del sector.
Uno de los factores clave que explica este auge es la capacidad de los cruceros para atraer a nuevos clientes. En los últimos dos años, el 31% de los pasajeros eran primerizos, y un 82% de quienes ya han viajado en crucero planean repetir la experiencia. Este nivel de satisfacción es fundamental para consolidar un mercado que se diversifica constantemente. Los segmentos que más están creciendo son los cruceros de expedición y exploración, con un aumento del 22% en pasajeros en 2024. Por su parte, las generaciones millennial y generación X lideran la demanda, atraídos por la variedad de destinos, la comodidad del "todo incluido", y la posibilidad de vivir múltiples experiencias en un solo viaje.
Sin embargo, este crecimiento también ha traído consigo tensiones y cuestionamientos, especialmente desde el punto de vista medioambiental y social. Algunos destinos turísticos, especialmente en Estados Unidos, han comenzado a imponer restricciones a la llegada de grandes cruceros. Por ejemplo, Hawái ha propuesto reducir en un 50% las escalas para 2030 y un 75% para 2035, en línea con sus objetivos de neutralidad climática. Aunque el turismo de cruceros representa 628 millones de dólares anuales en gasto directo y sustenta 6.400 empleos en el archipiélago, las autoridades han optado por priorizar la preservación del entorno.
Un caso emblemático es el del pueblo de Bar Harbor (Maine), donde un referéndum limitó a 1.000 pasajeros diarios el desembarco de cruceristas, lo que ha supuesto una reducción del 80% al 90% de la actividad. La medida, aunque polémica, fue recientemente avalada por un tribunal federal. Otro ejemplo es Charleston (Carolina del Sur), donde se han congelado las escalas y se ha eliminado la posibilidad de usar el puerto como base de operaciones.
Estas restricciones se enfocan principalmente en los cruceros de mayor tamaño, en contraste con la tendencia actual de la industria, que sigue apostando por barcos cada vez más grandes. De los 15 barcos que entrarán en servicio en 2025, más de la mitad tienen capacidad para más de 3.000 pasajeros. En España, aunque aún no se han aplicado medidas tan restrictivas, el debate sobre la sostenibilidad comienza a ganar peso, especialmente en ciudades como Barcelona, donde el flujo masivo de turistas impacta de forma directa en la vida urbana y en la percepción ciudadana del turismo.
El turismo de cruceros crecerá en 2025 y 2026 con nuevas experiencias y destinos únicos
