La economía de Estados Unidos en años electorales ha respondido de forma similar. Los años en los que se celebran elecciones presidenciales suelen estar marcados por una mezcla de incertidumbre política, ajustes económicos y volatilidad en los mercados financieros.
El 2024 no será una excepción, con la vicepresidenta Kamala Harris y el expresidente Donald Trump como los contendientes para ocupar la Casa Blanca. El desempeño económico suele estar influenciado por las políticas del gobierno en ejercicio y las expectativas sobre los posibles cambios en la administración. Desde el inicio del siglo XXI, Estados Unidos ha experimentado varias elecciones presidenciales, cada una con su propia dinámica económica.
Acciones recomendadas para invertir en estas elecciones de EEUU: ideas estratégicas para inversores
2000: + 4,1%
La elección de George W. Bush se produjo en un contexto de expansión económica, pero con señales de que la burbuja tecnológica estaba a punto de estallar. Aunque la economía crecía, la incertidumbre política y la confusión sobre los resultados de las elecciones generaron volatilidad en los mercados.
2004: +3,8%
George W. Bush fue reelegido, pese a diversas polémicas que rondaban la guerra de Iraq. Sin embargo, la economía del país continuó su senda ascendente, tras recuperarse del estallido de la burbuja de internet.
2008: +0,1%
La elección de Barack Obama coincidió con la crisis financiera más grave desde la Gran Depresión. La recesión económica y el colapso del mercado inmobiliario dominaron el escenario. Los mercados bursátiles se desplomaron y la economía estadounidense sufrió una contracción significativa.
2012: +2,3%
La reelección de Obama tuvo lugar en un contexto de recuperación económica lenta pero constante. Aunque la economía no se había recuperado completamente, las medidas de estímulo implementadas tras la crisis ayudaron a estabilizar el crecimiento.
2016: +1.8%
La inesperada victoria de Donald Trump generó una respuesta mixta en los mercados. A corto plazo, el triunfo de Trump fue recibido con optimismo, impulsando los mercados bursátiles debido a sus promesas de recortes de impuestos y desregulación. Sin embargo, la incertidumbre en torno a su política comercial comenzó a sembrar dudas.
2020: -2,2%
La pandemia de COVID-19 dominó el panorama económico y electoral. La recesión inducida por la pandemia y las medidas de estímulo masivo marcaron la contienda entre Trump y Joe Biden. La elección de Biden trajo consigo un enfoque renovado en el gasto público y los estímulos económicos, lo que ayudó a la recuperación.
2024: qué esperar
El año 2024 presenta un escenario particularmente complejo. Kamala Harris, como representante del Partido Demócrata tras la retirada de Joe Biden de la carrera; y Donald Trump, buscando una revancha. El contexto es complejo y abarca factores que van más allá de la economía.
Se espera que la economía de Estados Unidos crezca moderadamente en 2024, impulsada por un consumo sólido, aunque se enfrentará a desafíos como la inflación persistente y las tensiones geopolíticas. La Reserva Federal (Fed) se ha mostrado dispuesta a relajar su restrictiva política monetaria, toda vez que la inflación se modera y la actividad económica muestra signos de debilidad.
Los mercados bursátiles, que han mostrado resiliencia en medio de la incertidumbre política, podrían enfrentar una mayor volatilidad a medida que se acerquen las elecciones. Históricamente, los mercados tienden a reaccionar favorablemente a la estabilidad y previsibilidad, por lo que cualquier indicio de un resultado electoral incierto podría generar fluctuaciones significativas en los índices bursátiles.
La política fiscal será un campo de batalla clave en esta elección. Mientras que Harris podría continuar con las políticas de gasto público orientadas a la reducción de la desigualdad y la inversión en infraestructuras, Trump podría centrarse en recortes de impuestos y una política más proteccionista. Las decisiones de la Fed también jugarán un papel crucial en la estabilidad económica, y cualquier indicio de un cambio en la dirección de la política monetaria podría impactar los mercados.
La guerra en Ucrania, en Israel y Gaza, las tensiones con China y otros desafíos geopolíticos seguirán influyendo en la economía estadounidense. Las políticas exteriores de ambos candidatos serán observadas de cerca por los mercados, especialmente en lo que respecta a la política comercial y las alianzas internacionales.
El año electoral 2024 se perfila como un período de incertidumbre y volatilidad económica. A medida que los estadounidenses se preparan para elegir a su próximo presidente, la economía estará en el centro del debate, con políticas que podrían tener un impacto duradero en la trayectoria de la nación. Los inversores deberán estar atentos a los desarrollos políticos y económicos, ya que las decisiones que se tomen en Washington tendrán repercusiones significativas tanto en el corto como en el largo plazo.
