Las empresas estadounidenses que operan en el mercado de la Unión Europea han expresado su preocupación este jueves por el impacto «generalizado» que los nuevos aranceles impuestos por el Gobierno de Donald Trump tendrán en «todas» las industrias. A través de un comunicado, han instado a la Unión Europea a evitar el ciclo de represalias y a buscar una solución negociada a esta creciente guerra comercial.
El director ejecutivo de la Cámara de Comercio de Estados Unidos en la UE (AmCham EU), Malte Lohan, destacó que «estos nuevos aranceles, combinados con posibles contramedidas de la UE, sólo alimentarán un ciclo de represalias que daña a las dos partes». Este comentario se produjo poco después de que Washington anunciara aranceles sobre todas las importaciones de decenas de países, incluidos aquellos del bloque europeo.
En este sentido, la Cámara de Comercio estadounidense ha señalado que la imposición de aranceles tendrá efectos perjudiciales de manera «generalizada» en todos los sectores económicos. En el comunicado, se advirtió que los aranceles son una forma de «impuestos» a las importaciones que incrementarán los costes para los consumidores finales y las empresas. Por lo tanto, Lohan ha llamado a la Unión Europea a «evitar avanzar en la escalada de la disputa» y, en cambio, «dar prioridad a crear el entorno necesario para negociar una exención arancelaria».
El impacto financiero y las interrupciones en la cadena de suministro serán generalizados
Las empresas norteamericanas consideran que el efecto de estos aranceles es difícil de evaluar, dados los múltiples sectores afectados. La rápida imposición de los aranceles, apuntan, genera una incertidumbre general que apenas deja tiempo a las empresas y funcionarios para adaptarse a la nueva realidad. En este contexto, se enfatiza la necesidad de establecer un diálogo que facilite el cambio de aranceles por un fortalecimiento de las relaciones transatlánticas.