En el horizonte del 2026, el panorama inmobiliario español se perfila con retos significativos. Según Idealista, los precios de la vivienda seguirán elevándose, mientras que la oferta continuará disminuyendo tanto en venta como en alquiler. Este fenómeno se atribuye a lo que denominan «la incertidumbre legislativa» y la «falta de acuerdos mínimos», obstáculos que dificultan la aprobación o modificación de leyes que mejorarían la accesibilidad a la vivienda.
El análisis de Idealista describe la situación actual como una «emergencia nacional», animando a las instituciones a recuperar la confianza en los datos y estadísticas. «Es vital adoptar un enfoque basado en el consenso y en decisiones fundamentadas en datos,» afirma la empresa. Francisco Iñareta, portavoz de Idealista, alerta sobre un desequilibrio cada vez más pronunciado entre propietarios e inquilinos, atribuible a una legislación que busca proteger a los inquilinos con contratos vigentes, pero que a su vez excluye a aquellos que buscan vivienda.
El mercado del alquiler refleja una competencia feroz, donde más de 50 interesados compiten por cada anuncio publicado en Idealista, iniciando un proceso de ‘casting’ en cada intento de conseguir un arrendamiento. En estas condiciones tan estrictas, los más afectados son las familias monoparentales, con menores, mayores de 65 años y aquellos que deben afrontar el pago del alquiler con un solo ingreso. La «elitización» del mercado ha llevado al paulatino rechazo sistemático de vastos colectivos, exacerbando la exclusión que sienten los inquilinos.
En cuanto a la venta de viviendas, el mercado se sustenta principalmente sobre la vivienda usada, una situación que, según Idealista, «hace tiempo que no es suficiente». Mientras se criminaliza la construcción, que actualmente produce unas 100,000 unidades al año, se necesitan políticas que impulsen tanto la construcción como la formación de nuevos trabajadores en el sector.
La demanda sigue siendo «elevadísima,» aunque muchos compradores potenciales se retiran debido a las demandas de financiación, inalcanzables para muchos hogares por precios récord que no dejan de batirse, especialmente en ciudades como Madrid y Valencia. Idealista destaca que los incrementos de precios han superado los ingresos familiares, aumentando el esfuerzo necesario para adquirir una vivienda. Esta presión ha llevado a superar los límites recomendados por expertos financieros.
La plataforma inmobiliaria opina que es «complicado» que en los próximos trimestres se mantengan estas tasas de crecimiento
Finalmente, en el ámbito de las hipotecas, se observa una desaceleración en la concesión de préstamos comparado con 2024. Desde Idealista se prevé estabilidad para 2026, siempre y cuando se presten atención a las variables económicas como el precio de la vivienda, la actividad económica y la tasa de paro. En conclusión, 2026 será un año de desafíos en el sector inmobiliario, marcado por la necesidad de políticas más inclusivas y eficazmente diseñadas para confrontar estos problemas.
