El gasto en defensa en España ha cobrado especial relevancia en los últimos meses debido a la creciente presión de la OTAN y la Unión Europea para aumentar el presupuesto militar. La última cumbre de la OTAN ha puesto de manifiesto la necesidad urgente de que España acelere su compromiso de alcanzar el 2% del PIB en gasto de defensa, un objetivo que sigue sin cumplirse. Además, el reciente acuerdo bilateral de seguridad firmado con Ucrania, en el que España se compromete a aportar 1.000 millones de euros anuales en ayuda militar, ha reavivado el debate sobre la sostenibilidad de este incremento presupuestario.
En la actualidad, España destina aproximadamente el 1,28% de su PIB al gasto en defensa, lo que equivale a unos 15.958 millones de euros. Esta cifra sitúa al país por debajo de la media de otros miembros de la OTAN, algunos de los cuales ya han superado el umbral del 2% acordado. De hecho, 23 de los 32 países miembros cumplen actualmente con este compromiso. Cerca de las cifras españolas se sitúan Eslovenia y Luxemburgo (1,29% del PIB en ambos casos) y Bélgica (1,30%).
Con estos datos, para cumplir con el objetivo del 2% del PIB en gasto militar, España debería aumentar su inversión en defensa hasta alcanzar aproximadamente 36.000 millones de euros en 2029. Esto implica un incremento anual de alrededor de 4.000 millones de euros en el presupuesto destinado a defensa. Para alcanzar este objetivo, el Gobierno ha elaborado una hija de ruta, que se espera que sea presentada en la próxima cumbre de la OTAN en La Haya, programada del 24 al 26 de junio de 2025. Este plan contempla aumentos progresivos en el presupuesto de defensa durante los próximos años, con el fin de cumplir con el compromiso adquirido y fortalecer las capacidades militares del país. "España tiene un horizonte, que es el 2029, para alcanzar el 2% del PIB. Estamos incrementando el gasto en Defensa y estamos dando pasos hacia ellos", señaló recientemente José Manuel Albares, ministro de Asuntos Exteriores.
Von der Leyen sugiere frenar las normas fiscales para invertir en defensa
Desafíos en torno al incremento del gasto en defensa
El aumento del gasto en defensa plantea varios desafíos para la economía de nuestro país. Uno de los principales es la necesidad de equilibrar este incremento con otras partidas presupuestarias, como sanidad, educación y servicios sociales. Dado que el presupuesto es limitado, aumentar la inversión en defensa podría requerir recortes en otras áreas o la búsqueda de fuentes adicionales de financiación.
Otra opción considerada es recurrir a créditos europeos o buscar una financiación conjunta a nivel europeo para cubrir parte del incremento en el gasto militar. Esta alternativa permitiría distribuir la carga financiera y aprovechar economías de escala en la adquisición de equipamiento y tecnología militar. Sin embargo, también implica negociaciones y acuerdos a nivel comunitario, lo que puede retrasar retrasar su implementación. Especialmente, teniendo en cuenta que España ha comprometido un total de 130.671 millones de euros de los fondos Next Generation EU y que los denominados "frugales" (Países Bajos, Dinamarca, Austria y Suecia), se oponen a incrementar la deuda europea para este fin. En su lugar, instan a los Estados miembros a realizar ajustes en sus propios presupuestos nacionales, priorizando la inversión en defensa sobre otras partidas, como pensiones o gasto social.
Además, el contexto geopolítico actual, marcado por conflictos como el de Ucrania y las tensiones con Rusia, ha llevado a algunos expertos a sugerir que el objetivo del 2% podría ser insuficiente. De hecho, se ha planteado la posibilidad de elevar el gasto en defensa hasta el 3% o incluso el 5% del PIB para garantizar una disuasión efectiva y la seguridad de Europa.
