El sector turístico español se encuentra ante una oportunidad histórica, según los patronos de ObservaTUR, quienes vislumbran la posibilidad de alcanzar los 100 millones de turistas para el año 2025. Esto, claro está, siempre y cuando se mantenga la estabilidad geopolítica regional, la recuperación de los mercados emisores de Asia-Pacífico y la ampliación de la conectividad aérea.
Gracias a las cifras actuales, España tiene la oportunidad de superar a Francia en cuanto al número de turistas que recibe. Durante el primer cuatrimestre del año, el país registró un récord con la llegada de 25,6 millones de visitantes, lo que representa un incremento del 7,1%. También se destacó el gasto turístico, alcanzando los 23.332 millones de euros, un aumento del 9,3%.
Este crecimiento sostenido ha sido posible gracias a una oferta consolidada, los atributos extraordinarios del país, la percepción de seguridad y la diversidad de sus propuestas turísticas. Sin embargo, el verdadero desafío será gestionar este incremento de manera sostenible, protegiendo la calidad del destino, el bienestar de la población local y la conservación de los ecosistemas.
El portavoz de ObservaTUR, Marcos Franco, ha señalado que «lo que necesita el turismo español no es un freno, sino una transformación basada en la calidad» y que lo importante no es llegar a los 100 millones, sino «cómo se llega»
Ante este panorama, los patronos de ObservaTUR han delineado 12 medidas para asegurar la sostenibilidad del turismo. Entre ellas, destacan la creación de un plan estratégico nacional, el fortalecimiento de la colaboración público-privada, y la mejora en la financiación de los destinos turísticos. Además, se propone incentivar las inversiones en infraestructuras, potenciar la conectividad aérea, diversificar los mercados emisores y consolidar la imagen del turismo.
Estas medidas también incluyen la promoción de la desestacionalización y la descentralización del turismo, la inversión en digitalización, el fortalecimiento de la formación de los trabajadores y la revisión de la planificación territorial. Estas acciones suponen no solo un cambio de modelo, sino un cambio mental general de la población, marcado por el paso hacia un turismo de mayor valor añadido.
