Un nuevo estudio de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) plantea importantes reflexiones sobre la eficacia de las ayudas condicionadas, particularmente aquellas destinadas al alquiler de vivienda y a los consumos energéticos. Según el análisis titulado ‘Prestaciones no contributivas y medidas de protección para colectivos vulnerables: un panorama y algunas reflexiones’, dirigido por el investigador Ángel de la Fuente, se concluye que este tipo de ayudas son, en general, ineficientes en la lucha contra la pobreza.
El estudio señala que
las ayudas condicionadas son ineficientes porque imponen restricciones sobre su uso que, en condiciones normales, sólo pueden reducir el bienestar
. Por ello, Fedea sugiere la eliminación de estas ayudas y una redirección de los recursos hacia transferencias no finalistas para los hogares de menor renta, optimizando así su impacto.
De la Fuente también subraya que las transferencias incondicionadas de renta son el instrumento más equitativo y eficiente en la lucha contra la pobreza, asegurando que los costos de protección se distribuyan de manera justa en la sociedad. Además, critica la intervención legal en los contratos privados por sus efectos negativos en la contratación futura y en la seguridad jurídica, señalando que tal protección puede llevar a un endurecimiento de condiciones que afecta a todos los inquilinos.
Por último, el director de Fedea aconseja concentrar los esfuerzos en programas que complementen las rentas de las familias más vulnerables y diseñar dichas ayudas de forma que tengan en cuenta el impacto en los incentivos laborales. Estos cambios podrían evitar problemas de incentivos que, en ocasiones, pueden desencadenar una trampa de pobreza. Entre las recomendaciones también destaca la necesidad de adaptar las escalas de las rentas mínimas a las realidades económicas actuales, considerando factores como el tamaño y la composición de los hogares.
