En 2025, el Impuesto sobre Sociedades experimentará un comportamiento destacado. Según las estimaciones de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF), la recaudación crecerá un 10,2% en comparación con 2024. No obstante, este avance será 1,1 puntos inferior al del año anterior debido al aumento de las devoluciones.
Las grandes corporaciones serán las principales protagonistas de este incremento, ya que su contribución fiscal aumentará en torno a 2.650 millones de euros. Esta cifra, calculada por la AIReF, se debe a la reimplantación del límite del 50% para compensar bases imponibles negativas dentro de los grupos empresariales. Si en 2024 la recaudación del impuesto superó los 39.000 millones, el esfuerzo adicional de estas empresas equivale a un 6,6% más que el año pasado.
El efecto de esta medida ya se deja sentir: afecta a los tres pagos fraccionados de 2025 y a la declaración del ejercicio 2024 presentada en julio. Según la AIReF, el peso de este tributo en el PIB se sitúa en el 2,6%, una décima por encima de lo previsto en mayo. El organismo atribuye esta variación al resultado del primer pago fraccionado, registrado en abril y no incluido en su informe de primavera.
El origen normativo de este cambio está en la Ley 7/2024, de 20 de diciembre, que incorpora importantes modificaciones fiscales. Entre ellas, se endurecen los límites para compensar Bases Imponibles Negativas (BIN) en grandes empresas, dependiendo de su volumen de negocio. Así, cuando la cifra de negocios de los 12 meses previos sea de al menos 20 millones pero inferior a 60 millones, el límite baja del 70% al 50%; y si supera los 60 millones, se reduce al 25%.
Asimismo, la norma restablece la restricción en las deducciones por doble imposición —tanto interna como internacional— para compañías con ventas iguales o superiores a 20 millones de euros, fijando un máximo del 50% de la cuota íntegra. Esta limitación se aplica tanto a deducciones generadas en el ejercicio como a las pendientes de ejercicios anteriores.
Estas restricciones reproducen las impuestas en el Real Decreto-ley 3/2016, cuyas disposiciones sobre BIN y doble imposición fueron anuladas por el Tribunal Constitucional. La Agencia Tributaria aclaró posteriormente que la sentencia solo tendrá efecto pleno en procedimientos de inspección en curso o futuros, pero no en recursos ya planteados sin alegar la inconstitucionalidad, lo que reduce el número de empresas beneficiadas.
Por otro lado, la Ley 7/2024 también restablece la obligación de revertir pérdidas por deterioro de valores representativos del capital o fondos propios que fueron deducibles antes de 2013, medida que afecta a todos los contribuyentes. Además, extiende a los ejercicios iniciados en 2024 y 2025 la limitación del 50% en la utilización de BIN individuales generadas en el propio ejercicio para determinar la base imponible de grupos fiscales, restricción introducida inicialmente para 2023.
