El consejero delegado de CaixaBank, Gonzalo Gortázar, ha emitido una advertencia sobre los problemas de acceso a la vivienda en España, que según él, podrían convertirse en un importante cuello de botella para la economía si no se abordan adecuadamente. Esta declaración tuvo lugar durante una rueda de prensa tras presentar los resultados del primer semestre del año, en el cual la entidad financiera reportó ganancias de 2.951 millones de euros, un 10,3% más que en el mismo periodo del año anterior.
Desequilibrio en el mercado inmobiliario
Gortázar ha subrayado que el desequilibrio actual en el mercado inmobiliario, causado por una falta de oferta de vivienda, no parece que vaya a cambiar en el corto plazo. Según sus palabras, si no se soluciona este desequilibrio, habrá «cada vez más personas que no podrán acceder a la vivienda por falta de rentas». A pesar de que las condiciones hipotecarias han sido «extraordinariamente atractivas» gracias a la reducción de los tipos de interés, esto podría no ser suficiente.
El consejero instó a dejar a la vivienda «fuera del populismo y del debate estéril» y buscar consensos políticos para abordar el problema del acceso a la vivienda. También señaló la necesidad de acuerdos entre las administraciones estatal, autonómica y local para facilitar el incremento de la oferta de viviendas, eliminando trámites burocráticos que actualmente alargan los plazos para liberar suelo.
Consideraciones económicas y sociales
El problema tiene implicaciones no solo económicas sino también sociales, debido a la inestabilidad que genera. Gortázar ha resaltado la necesidad de incrementar rápidamente la oferta, dado que el proceso de construcción es extenso y los resultados no se verán hasta dentro de dos a cinco años. Aun así, ha descartado la existencia de una burbuja inmobiliaria similar a la de 2008, afirmando que el desequilibrio actual no es de naturaleza especulativa como el que se experimentó hace más de una década.
La contribución al PIB del sector residencial, que antes era del 12%, ahora se ha reducido al 6%, lo que, según Gortázar, muestra una situación diferente y menos riesgosa que la que se vivió antes de la crisis de 2008. La parte del sector promotor y constructor de los bancos también ha disminuido significativamente, indicando un perfil de riesgo distinto al de aquella época.
