El ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, ha expresado su apoyo al fortalecimiento de la industria española tras el acuerdo comercial alcanzado entre la Comisión Europea y Estados Unidos. Este pacto contempla la reducción de aranceles a productos agrarios y pesqueros estadounidenses a cambio de una disminución de los recargos a la industria automotriz europea. A pesar de que el acuerdo no es considerado «el mejor deseable» ni «perfecto», Hereu destacó que evita una guerra comercial y aporta certidumbre al marco internacional, siendo valioso para los sectores económicos e industriales.
Peligro de la guerra comercial
Durante su intervención en el Senado, Hereu afirmó que España defiende el refuerzo de la industria europea desde el seno de la Unión Europea. Subrayó que la nueva situación arancelaria refuerza la convicción de potenciar la industria europea y su autonomía estratégica. Según Hereu, la mejor contribución que pueden hacer es fortaleciendo la industria en España, al tiempo que enfatizó la necesidad de una política industrial europea más robusta. España, explicó, se legitima con indicadores industriales históricos y una clara expansión según el PMI, lo cual sirve de base para que Europa establezca una estrategia de autonomía estratégica industrial.
La senadora Idurre Bideguren, por su parte, expresó sus reservas respecto al acuerdo arancelario, describiéndolo como «humillante» para los europeos y «desesperanzador». Resaltó su preocupación por los posibles impactos negativos en las regulaciones ambientales y los compromisos de descarbonización, así como la dependencia creciente de Estados Unidos.
Este acuerdo nos hace cada vez más dependientes de Estados Unidos y, por lo tanto, cada vez más vulnerables
En su intervención, Bideguren pidió al Ejecutivo español contundencia en su posicionamiento, enfatizando la importancia de la credibilidad política e institucional y la necesidad de proteger el futuro de la industria y su competitividad.
