El economista, abogado y escritor Jesús Huerta de Soto aborda la política monetaria y fiscal que han gobernado las decisiones económicas en los últimos años
El liberalismo, como doctrina económica e incluso social, lleva varios de sus postulados hasta su máximo exponente en la corriente que emana de la Escuela Austriaca. En el contexto actual, en el que los diferentes países del mundo desarrollado alcanzan niveles históricos de deuda y déficit públicos, esta doctrina de pensamiento apuesta por el libre mercado y la libertad de decisión.
Javier Milei, recién elegido como presidente de Argentina, es uno de los principales defensores de la Escuela Austriaca, que tiene en España a uno de sus grandes promotores: Jesús Huerta de Soto, nuestro protagonista. De la mano de Degussa, analizamos con el prestigioso economista, abogado y escritor el impacto de las políticas monetarias en la coyuntura actual y el valor del oro como alternativa de inversión.
¿Hasta qué punto puede aumentarse la inflación y la deuda de los estados sin poner en riesgo el crecimiento futuro o su propia capacidad de financiación?
La conclusión de la teoría económica no puede ser más clara: en un entorno de gran rigidez institucional e intervencionismo económico, las políticas monetarias ‘ultralaxas’ solo sirven para mantener indefinidamente la rigidez y la atonía de las economías afectadas y para incrementar el endeudamiento de los respectivos sectores públicos hasta límites muy difícilmente sostenibles.
Las crisis económicas son el resultado de la falta de ahorro. Cuando se produce la burbuja, se inducen sistemáticamente errores de inversión: los empresarios invierten en proyectos de inversión como si el ahorro de la sociedad fuera superior al que en realidad es, engañados por las facilidades crediticias de la etapa previa de expansión que genera de la nada la banca con reserva fraccionaria, todo ello orquestado por los bancos centrales.
En esa medida se pone de manifiesto que muchos proyectos de inversión no son sostenibles y entonces viene la crisis financiera y la recesión económica. Si hubiera ahorro genuino suficiente para sostener esos proyectos de inversión hasta que pudieran culminarse en el futuro, la recesión no llegaría. La crisis no se pondría de manifiesto o sería en todo caso menos virulenta.
¿Realmente el BCE ha abandonado el denominado como ‘rescate silencioso’ en forma de compra de bonos soberanos? ¿Qué opina sobre esta medida?
El Banco Central Europeo (BCE) ya es titular de casi la tercera parte de la deuda soberana emitida por los estados miembros de la eurozona, y, desde el momento en el que empezó su política de compras indiscriminadas de la misma, detuvo todo el proceso de reformas económicas e institucionales que necesitaban como ‘agua de mayo’.
Tal y como explico en el prólogo de la octava edición de mi libro ‘Dinero, crédito bancario y ciclos económico’, que ha sido publicada a finales de este año, el impacto real del actual proceso de ‘normalización’ monetaria, según lo expone la Teoría Austriaca del Ciclo Económico, sin duda alguna que ya se está evidenciando la necesidad de efectuar significativos reajustes en la estructura productiva.
Será necesario hacer frente a importantes saneamientos y reestructuraciones, no solo aquellos cuyas reformas quedaron pendientes durante el ciclo anterior, sino también con las empresas y proyectos ‘zombies’ que sólo han podido sobrevivir en el entorno de inundación monetaria y tipos de interés nulos y negativos.
Este escenario de políticas monetarias ‘ultralaxas’, irresponsablemente impulsado por los bancos centrales durante la última década, ha afectado especialmente a sectores como los de las nuevas tecnologías, las ‘startups’, las inversiones medioambientales, el ‘private equity’, las criptomonedas, y, en general, a todos aquellos que invirtieron en títulos de renta fija pública o privada a unos precios que artificialmente habían alcanzado unos niveles sin precedentes en la historia de la humanidad.
En el contexto actual, ¿cuál cree que es el principal valor que aporta el oro al inversor?
La gran ventaja del oro es la reserva de valores en tiempos de incertidumbre, pues el oro no es manipulable por el ser humano. La masa de oro de todo el mundo cabe en tres piscinas olímpicas, y, además, es muy rígida, su stock solo crece un 1% o un 2% al año, si bien tampoco se contrae ni da lugar a grandes deflaciones.
Por ser rígido (el oro es indestructible y el stock mundial históricamente acumulado del mismo muy rígido), no permite ninguna disminución brusca ni, por tanto, contracciones crediticias ni monetarias que afecten perjudicialmente a la economía, en agudo contraste con lo que sucede hoy en día por culpa del vigente sistema bancario.
¿Cuál es la clave para que el oro mantenga su capacidad de atracción de capital y de inversiones después de tantos años?
El oro es el dinero secularmente elegido de manera espontánea por la civilización a nivel mundial, miles de años de evolución en los que, de manera espontánea, el oro ha preponderado como dinero ofreciendo inmutabilidad, gran homogeneidad y, sobre todo, escasez, pues el dinero cumple tanto mejor su función cuanto más escaso sea y más difícil resulte que se produzcan aumentos o disminuciones significativos de su volumen en plazos relativamente cortos de tiempo.