El dato de enero incluye por primera vez el precio de las mascarillas y las suscripciones de prensa 'online'
El Índice de Precios de Consumo (IPC) bajó un 0,5% en enero en relación con el mes anterior y recortó su tasa interanual hasta el 6%, cinco décimas por debajo de la tasa de diciembre (6,5%), debido al abaratamiento de la luz.
Con el dato de enero, el Índice de Precios de Consumo interanual encadena su decimotercera tasa positiva consecutiva, según los datos avanzados publicados este lunes por el Instituto Nacional de Estadística (INE), que han sido recogidos por Europa Press y que se difunden hoy por primera vez en la nueva base 2021.
Según el Instituto Nacional de Estadística, en el comportamiento interanual del Índice de Precios de Consumo de enero destaca la bajada de los precios de la electricidad, frente a la subida que registraron en enero del pasado año 2021.
El INE incorpora en el avance de datos una estimación de la inflación subyacente (sin alimentos no elaborados ni productos energéticos), que aumentó en enero tres décimas, hasta el 2,4%, con lo que se sitúa más de tres puntos por debajo de la tasa general. Se trata de la tasa más alta de la subyacente desde octubre de 2012.
Descenso mensual del 0,5%
En tasa mensual, el Índice de Precios de Consumo rompió con una racha de cinco meses de ascensos al registrar en enero una disminución del 0,5% respecto a diciembre del pasado año 2021, su mayor bajada desde el pasado mes de julio del mismo año.
En el primer mes de 2022, el Índice de Precios de Consumo Armonizado (IPCA) situó su tasa interanual en el 6,1%, cinco décimas menos que en diciembre.
Por su parte, el indicador adelantado del IPCA retrocedió un 0,9% en tasa mensual. El INE publicará los datos definitivos de enero a mediados de febrero.
Los cambios que implica la nueva base
Estadística ha destacado que con la implantación de la nueva base se incorporan novedades metodológicas que mejoran la precisión del indicador, así como nuevos cambios en la composición de la cesta de la compra y una nueva estructura de ponderaciones.
El cambio de base es un proceso que se realiza cada cinco años para renovar el índice mediante su adaptación a los cambios en las pautas de consumo de los hogares y la incorporación de mejoras metodológicas.
Así, el IPC base 2021 incorpora nuevos tratamientos para el seguimiento de los precios del vestido y para el procesamiento de la falta de precio, y actualiza la relación de subclases, de forma que desaparecen del cálculo del Índice de Precios de Consumo 24 subclases y se incorporan dos nuevas.
Los cambios más destacables en la configuración de la cesta son la incorporación de las mascarillas higiénicas y la suscripción a la prensa 'online'. De la cesta desaparecen artículos como el reproductor de imagen, el reproductor portátil o el compact-disc y el DVD, entre otros.
Como consecuencia de estos ajustes, la cesta de la compra del Índice de Precios de Consumo base 2021 pasa a tener 955 artículos (de los cuales 462 son de recogida tradicional y el resto se recogen mediante 'scanner data'), frente a los 977 de la base anterior (con 480 de recogida tradicional).
El Índice de Precios de Consumo base 2021 incluye una nueva estructura de ponderaciones que representa de forma más precisa las pautas de consumo de los hogares españoles, según el los datos del INE.
Así, por ejemplo, ganan peso los grupos de vivienda, medicina, transporte y hoteles, cafés y restaurantes, y pierden algo de influencia alimentos y bebidas no alcohólicas, vestido y calzado, y ocio y cultura, entre otros.
Se aplaza la incorporación del mercado liberalizado de la electricidad
Estadística ha aplazado la incorporación del mercado liberalizado de la electricidad en el cálculo del IPC hasta obtener la información que han de suministrar las compañías eléctricas "con un suficiente nivel de detalle y con los criterios técnicos necesarios que permitan aplicar una metodología consistente con los requerimientos exigidos en el cálculo del IPC".
Por otra parte, el organismo señala que la situación "errática" del mercado eléctrico en este momento "no favorece la introducción de ningún cambio metodológico", pues podría "desvirtuarse" el análisis de la evolución de los precios a lo largo del año 2022 y siguientes.
En este sentido, el INE recuerda que cualquier cambio metodológico que se introduce en el IPC puede producir un "sesgo" en la medición de las tasas anuales a lo largo del primer año de su incorporación.
En el caso de la inclusión del mercado libre de la electricidad, Estadística subraya que la magnitud de este sesgo depende, en primer lugar, de la estabilidad en la evolución de los precios en el año previo y en el año de la introducción de la nueva fuente.
"Cuanto mayor sean las oscilaciones de los precios, más importancia tendrá el sesgo en la medición. Este requisito (de estabilidad) no se ha producido a lo largo del año 2021", apunta.
Asimismo, el tamaño de este sesgo depende de la disponibilidad de información precisa sobre el consumo de los hogares y la medición de la evolución de precios.
"La información disponible en la actualidad no se corresponde exactamente con la metodología que debe seguir el cálculo del IPC, por lo que es necesario continuar con los trabajos destinados a hacer esta información compatible", explica.
En este sentido, el INE considera "especialmente importante" que la información suministrada se refiera al mes en el que el hogar disfruta del servicio (mes del cual se quiere medir el IPC), para así cumplir con la normativa de la Unión Europea.
Por todo ello, se precisa mantener en los próximos meses la actual colaboración del INE con las empresas eléctricas, a las que agradece "el esfuerzo que vienen realizando", con el fin de llegar a un sistema de obtención de información que se adapte a los requerimientos del IPC.