La economía estadounidense ha mostrado escasos cambios desde mediados de octubre, según el reciente Libro Beige de la Reserva Federal (Fed). Este informe ofrece un análisis detallado del estado económico elaborado por los 12 bancos centrales regionales del país. De acuerdo con el documento, una región experimentó un crecimiento «modesto», mientras que nueve se mantuvieron estables y dos sufrieron una ligera disminución en su actividad.
Contrastes en el Consumo y los Sectores Económicos
El gasto de los consumidores ha seguido su tendencia a la baja, contrastado con un mantenimiento en el gasto minorista de productos de lujo. Algunos vendedores minoristas señalaron un impacto negativo en el consumo debido al cierre del Gobierno. Además, las ventas de coches eléctricos disminuyeron tras la retirada de beneficios fiscales federales. En cuanto a la actividad turística, esta mostró pocos cambios, con un gasto más «cauteloso» por parte de los consumidores. Los ingresos en el sector de servicios no financieros se mantuvieron o registraron una ligera caída, y la demanda de crédito reflejó signos mixtos.
La actividad industrial creció ligeramente en la mayoría de las regiones, a pesar de que los aranceles y las fricciones comerciales continuaron planteando desafíos. Los sectores agrícola y energético permanecieron estables, aunque algunos contactos mencionaron problemas debido a los bajos precios del petróleo y ciertos cultivos.
Los distritos señalaron desafíos en la construcción residencial, aunque algunos indicaron estabilidad, y el mercado inmobiliario de oficinas mostró señales de recuperación.
En cuanto a las expectativas generales, los contactos de la Fed prevén que las perspectivas se mantendrán sin cambios notables. Sin embargo, existe una preocupación palpable por un posible riesgo de desaceleración en los próximos meses, aunque algunas industrias mantienen un grado de optimismo.
Empleo y precios
El empleo registró un leve descenso, con alrededor de la mitad de las regiones observando una menor demanda de mano de obra. A pesar de los despidos, muchas empresas optaron por gestionar sus plantillas congelando contrataciones o reemplazando vacantes sin expandir su fuerza laboral. En cuanto a los precios, estos aumentaron moderadamente, con presiones de costos en insumos siendo generalizadas en la industria y el comercio minorista debido al impacto de los aranceles. A futuro, se espera que estas presiones al alza persistan, aunque los planes para trasladar estos aumentos de costos a los consumidores son «dispares».


